En el 41º aniversario del fallecimiento de monseñor Alberto Pascual Devoto, primer obispo de la diócesis de Goya, se realizó una misa conmemorativa presidida por el actual obispo, monseñor Adolfo Canecín, en el Capilla Nuestra Señora del Carmen, en la Tercera Sección, sobre la Ruta Nacional 12, a dos kilómetros del lugar donde ocurrió el accidente que le costó la vida en 1984.
La celebración litúrgica tuvo lugar en la Capilla Nuestra Señora del Carmen, con la participación de numerosos fieles y la concelebración de los presbíteros Pedro Pablo Ojeda, Eduardo José Ortiz, Miguel Galeano y Pablo Storti. En su homilía, monseñor Canecín hizo una “memoria agradecida” de quien fuera considerado un verdadero “Apóstol de los pobres”, destacando su compromiso pastoral, su cercanía con la gente y su profundo amor por los más humildes.
“El corazón se nos enciende de recuerdos y afecto”, expresó el obispo Canecín, al evocar la figura de Devoto, a quien muchos aún recuerdan con cariño como “el padre Alberto”. También se rezó por las almas de María y Tina, fieles difuntas muy cercanas a la comunidad.
Durante la misa, se reflexionó sobre el valor de la esperanza cristiana y el llamado a vivir una fe comprometida, tal como lo enseñó monseñor Devoto a través de su ejemplo de vida y servicio. Se recordó además que su legado sigue vivo en la comunidad diocesana, especialmente en quienes lo conocieron y en los relatos que aún hoy inspiran a nuevas generaciones.
El emotivo acto fue una nueva manifestación del afecto profundo que la comunidad de Goya conserva por su primer obispo, cuya vida y obra marcaron un hito en la historia pastoral de la región.


Monseñor Devoto perdió la vida en un trágico accidente automovilístico el 28 de julio de 1984, ocurrido en la Ruta Nacional Nº 12, a la altura del paraje El Carmen, en jurisdicción de Esquina (Corrientes), mientras regresaba a Goya, luego de haber presidido una celebración de confirmaciones en la parroquia Santa Catalina de esa localidad. El auto, en que se movilizaba colisionó frontalmente con un omnibus de larga distancia, que se dirigia a Buenos Aires.
En el vehículo, un Renault 6, lo acompañaban los catequistas Argentino Ojeda y Mari Romero, ambos oriundos de Esquina, quienes también fallecieron en el siniestro vial.
Cada 28 de julio, en su memoria, se celebra una misa en la Iglesia Catedral de Goya y otra en el lugar del accidente, conocido como «Las Tres Cruces», donde la comunidad lo recuerda con gratitud y cariño por su legado pastoral.
En Goya, se realizo un triduo en memoria del primer obispo en el Barrio Monseñor Alberto Devoto y culminará con la celebracion de la misa este lunes a las 17 horas y estará presidida por el vicario general de la diocesis, padre Juan Carlos Mendoza. Tambien rezaron la novena en el centro misionero “Monseñor Devoto” en el Paraje EL Remanso.-