Con una mayor movilidad, advierten sobre un posible quiebre de stock en las estaciones de servicio, sobre todo del gasoil.
El aprovisionamiento de combustibles viene siendo un tema de preocupación en las últimas semanas en todo el país, sobre todo en el interior. La fuerte suba de los costos a nivel internacional hizo que, en especial, haya escasez de gasoil, que en gran medida es importado. Esto generó que algunas estaciones de servicio estén ya aplicando límites de venta, en algunos casos por litro y en otros por monto. Pero, lejos de encontrarse por ahora una solución, desde diversos sectores advierten que el panorama tenderá a agravarse.
La llegada de Semana Santa es el punto clave de preocupación para los estacioneros, que señalaron que, de mantenerse el esquema actual de costos y disponibilidad, podría darse un quiebre de stock. En este sentido, desde diferentes cámaras que congregan a los empresarios del rubro alertaron que la alta movilidad entre el Jueves Santo y el Domingo de Pascuas podría profundizar la escasez del gasoil, aunque no descartan que pueda haber dificultades con otros combustibles.
Semana Santa es un momento en que muchos deciden realizar viajes aprovechando las jornadas del jueves y el viernes no laborables y sin clases. Esto genera siempre un considerable aumento en la demanda de combustibles, que, con el escaso stock actual, podría representar un serio problema. Además, hay preocupación también en el sector del transporte, que, si bien por ahora no se vieron afectados directamente, temen no poder operar con normalidad el fin de semana largo.
Esta situación fue ya planteada al área de Energía de la Nación, que se comprometió a tratar de resolver el problema. Desde las cámaras empresariales del sector esperan que el estado instrumente las acciones necesarias en el corto plazo para evitar inconvenientes la semana que viene, partiendo desde una base de escasez que se da ya en la Argentina.
El gasoil común y el premium son hoy los mayores puntos de conflictividad. Las estaciones de servicio aseguran que ya están recibiendo entre un 15 % y 20 % menos de combustibles y, en algunos casos, la reposición por parte de los camiones posee mayor demora de lo habitual, lo que hace que disminuyan las ventas y baje aún más la rentabilidad.
Fuente https://republicadecorrientes.com/
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