La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP, por sus siglas en inglés) confiscó un conjunto de productos de diseño en un puerto en Nueva York. A través de un estudio, identificaron que la mercancía no era auténtica.
El hecho ocurrió en el Puerto de Buffalo, ubicado en Nueva York. Allí, la agencia identificó múltiples envíos que contenían relojes de diseñador.
Tras realizar un exhaustivo examen, la CBP determinó que cerca de catorce relojes no eran auténticos, pese a que tenían marcas idénticas o indistinguibles a los Rolex. Por tanto, fueron incautados por marcas falsificadas.
“La CBP desempeña un papel fundamental en la protección de empresas y consumidores contra artículos fraudulentos”, sostuvo la compañía en un comunicado oficial sobre el operativo.
En el caso de haber sido auténtica la mercancía, el precio de venta sugerido por el fabricante (PVSM, por sus siglas en inglés) habría sido de US$257 mil.
A mediados de febrero de este año, el Equipo de Control de Contrabando Antiterrorista en la Sucursal de Correo Internacional de Chicago, agentes la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés), incautaron casi 162 mil estampillas Forever falsificadas.
Según informó la agencia, se interceptaron ocho envíos que contenían falsificaciones. De haber sido auténticas, su valor habría superado los US$118 mil.
“A los falsificadores solo les interesa obtener ganancias. No les importa el efecto que el franqueo falso tiene en su capacidad de enviar correo importante y en el impacto general que tiene en la economía de EE.UU.“, expresó LaFonda D. Sutton-Burke, Directora de Operaciones de Campo de Chicago, en un comunicado oficial.
La importación y venta de mercancía falsificada constituye un delito grave en el país norteamericano y acarrea diversas consecuencias legales, entre las cuales se incluyen:
Las personas que compran productos falsificados no están incumpliendo una ley federal. Sin embargo, según consignó Hirsch Law Group, esta compra financia de manera indirecta empresas delictivas y actividades ilegales.
Si una persona trafica productos falsificados, puede enfrentarse a diez años de prisión y una multa de 2 millones de dólares. Si la mercancía genera lesiones corporales graves, puede dar lugar a una multa de 5 millones de dólares y una pena de prisión de hasta veinte años.