Continúa con la intensa búsqueda de los jóvenes desaparecidos, utilizando un helicóptero de alta tecnología y drones especializados. Durante las jornadas, participaron efectivos de Prefectura Naval, Policía de Corrientes Rural e Islas, drones, Bomberos, buzos tácticos, helicóptero y embarcaciones privadas.
Operativo Aéreo con Helicóptero
Desde el helicóptero del Gobierno de la provincia de Corrientes, el Director de Aeronáutica y Comandante Rolando Andrés Miño, junto con el Copiloto Carlos Carradini, explicaron cómo se lleva adelante el rastrillaje.
«Desde el punto cero del accidente, realizamos un barrido río abajo siguiendo la corriente, con la esperanza de lograr contacto visual con los desaparecidos. Cubrimos un área que llega hasta el límite con la jurisdicción de Prefectura», detalló Miño.
El helicóptero utilizado es un Bell 429, una aeronave bimotor de alta performance con una autonomía de 3 horas y 30 minutos de vuelo. Durante la búsqueda, se mantiene a una altura de 10 a 15 metros sobre el agua y a una velocidad reducida para mejorar la visibilidad.
En el operativo también participan personal de la Policía de Corrientes y Prefectura, incluyendo equipos especializados de buceo. La aeronave pertenece al Gobierno de Corrientes y es abastecida por la Dirección de Aeronáutica de la provincia, la cual cuenta con su propio sistema de suministro de combustible y mecánicos especializados.
Cuando se detecta algún posible indicio, la tripulación marca la posición y alerta a las embarcaciones en el agua para que se dirijan al punto señalado.
Drones de Última Generación en la Búsqueda
El Subcomisario Lafuente explicó que la Policía también emplea drones de última generación para apoyar la búsqueda.
«Contamos con dos drones DJI Matrice 300 Enterprise, equipados con cámaras térmicas que permiten detectar fuentes de calor, incluso en el agua. Esto es clave para localizar personas con vida o cualquier elemento flotante,» detalló.
Los drones pueden volar a una altura segura de 20 metros sobre el agua, con una autonomía de aproximadamente 40 minutos por vuelo.
El trabajo coordinado entre el helicóptero, los drones y las fuerzas de seguridad en tierra y agua busca agilizar la búsqueda y aumentar las posibilidades de hallar a los jóvenes desaparecidos lo antes posible.



