Ante el incremento de consultas e internaciones por enfermedades digestivas en el Hospital San Roque, se consultó al director del nosocomio, Dr. Humberto Bianchi, quien destacó la relevancia de adoptar medidas de higiene y precaución en el manejo de alimentos durante la temporada de verano para evitar patologías como la gastroenterocolitis.
En dialogo con el programa Murada Actual, que se emite por canal 14.2 de Wirnet manifestó: “El calor y las condiciones propias del verano favorecen la proliferación de bacterias y virus en los alimentos si no se almacenan, procesan o cocinan adecuadamente”, explicó Bianchi. Entre las principales causas de estas afecciones, mencionó el mal manejo de alimentos y bebidas, la falta de refrigeración adecuada y la higiene deficiente durante su preparación.
El especialista advirtió que estas condiciones pueden desencadenar trastornos digestivos graves, como vómitos, diarrea, fiebre, dolores abdominales y deshidratación, que en muchos casos requieren atención médica. «El mal manejo de los alimentos, como no refrigerarlos correctamente o no cocinarlos bien, puede llevar a la colonización por virus o bacterias, lo que genera síntomas severos», afirmó.
Además, señaló que las actividades recreativas de verano, como el uso de piletas o la ingesta accidental de agua en ríos y lagos contaminados, también son factores de riesgo que contribuyen al aumento de casos.
En cuanto a la prevención, Bianchi enfatizó la importancia del lavado de manos con abundante agua y jabón antes de manipular alimentos, así como la correcta refrigeración y cocción de los mismos. «La higiene personal y la adecuada manipulación de los alimentos son fundamentales para evitar estos trastornos», remarcó.
El Hospital San Roque reitera el llamado a la comunidad para extremar los cuidados en esta temporada, con el objetivo de reducir la cantidad de consultas e internaciones por enfermedades digestivas y preservar la salud de las familias.
Salud Pública pide extremar cuidados a quienes participan de eventos masivos
Por el calor extremo que se vive en la provincia, desde la cartera sanitaria solicitan la hidratación constante y, en caso de personas con enfermedades crónicas, no dejar de tomar su medicación. Además, indican prestar atención a niños y adultos mayores.
El Ministerio de Salud Pública, a cargo de Ricardo Cardozo, recomienda extremar cuidados a personas de riesgo sí realizarán un viaje por vacaciones o participarán de algún evento con población masiva. Este grupo componen quienes tienen enfermedades crónicas como hipertensión y diabetes, obesidad, embarazadas, adultos mayores y niños pequeños, entre otras.
“Por la temporada de verano y los eventos, es fundamental hacer prevención en salud. En el caso de que la persona esté tomando un medicamento debe saber que tiene que seguir con el tratamiento. Además, es primordial que haga una consulta previa con su médico. Otra tarea esencial es la hidratación y, para ello, tener en cuenta consumir agua envasada o hervirla sí es agua de canilla o de pozo. Usar alcohol en gel en las manos y lavar alimentos frescos como verduras para evitar gastroenteritis. En lo posible, evitar la ingesta de bebidas alcohólicas, usar repelente y colocarse protector solar”, precisó la directora general de Epidemiología, Angelina Bobadilla.
La doctora, hizo hincapié en que hay patologías que necesitan ajustes ante las temperaturas extremas y que por ello es importante tener en cuenta estos consejos.
“En caso de niños y adultos mayores hay que extremar cuidados, debemos controlar que consuman agua y los alimentos que ingieran. También, el movimiento que hagan para evitar accidentes”, indicó.
Para evitar un golpe de calor:
Hidratate, tomá agua con mayor frecuencia (aun cuando no sientas sed). Procura siempre consumir agua segura.
Evitá bebidas con cafeína o con azúcar en exceso, muy frías o muy calientes.
Incorporá frutas y verduras a tu alimentación y evitá las comidas abundantes.
Disminuir o frenar la física intensa en horario de riesgo.
Con los más chicos:
Evitá esperar a que pidan agua. Ofreceles continuamente líquidos, preferentemente agua o jugos naturales. En el caso de lactantes es recomendable darles el pecho de manera más frecuente.
Procurá que vistan con ropa holgada, liviana, de algodón y de colores claros.
Bañalos y mojales el cuerpo con frecuencia.
Tratar de no exponerlos al sol, especialmente de 10 a 16 horas. En todo momento es recomendable colocarles gorro y protector solar.
Mantenelos en lugares bien ventilados o con aire acondicionado (ya sea en tu casa o en lugares públicos).
Prestá atención a signos de alerta como: sed intensa y sequedad en la boca, temperatura mayor a 39º C, sudoración excesiva, sensación de calor sofocante, piel seca, agotamiento, mareos o desmayo, dolores de estómago, falta de apetito, náuseas o vómitos, dolores de cabeza, entre otros.
En los bebés, es importante asegurarse de que la piel no se encuentre muy irritada por el sudor en el cuello, pecho, axilas, pliegues del codo y la zona del pañal.
Para el cuidado de tu salud en la vía pública: es recomendable evitar la exposición directa al sol en los horarios de mayor temperatura (de 10 a 16 horas), en especial de los bebés y niños pequeños. Además, es importante utilizar protección solar, mantenerse hidratado y consumir agua segura con mayor frecuencia (aun cuando no sientas sed).
Qué hacer con los alimentos y el agua:
Alimentos:
Mantené en la heladera aquellos alimentos que puedan echarse a perder debido al calor. Verificá la temperatura y control del buen funcionamiento de la heladera.
Arrojá a la basura cualquier alimento que pueda haber perdido la cadena de frío. Observá su olor, color o textura. Si son anormales descartalos.
Mantené los alimentos que pueden estar fuera de la heladera en lugares limpios y frescos y al resguardo de aberturas, superficies y/o fuentes de calor.
Tirá los alimentos perecederos (incluidos la carne, el pollo, el pescado, los huevos y las sobras) que hayan estado por 2 horas o más fuera del frío. Además, desechá todos los comestibles enlatados cuyos envases estén abiertos, dañados o inflados.
Agua:
Consumí siempre agua segura y mantenela correctamente envasada (en botellas o bidones limpios y cerrados) en la heladera, en lugares limpios y alejada de fuentes de calor.