Barracas Central vuelve a estar una vez más en el ojo de la tormenta por una acción polémica. En el duelo de este domingo en el que le ganó 3 a 1 como local a Aldosivi por la cuarta fecha del Torneo Clausura 2025, los dirigidos por Rubén Darío Insua abrieron el marcador con un tanto en el que un futbolista del Guapo se ubicaba en una posición dudosa. Y las líneas que trazó el VAR para demostrar luego que estaba habilitado aportaron más confusión. De este modo, una vez más, las jugadas discutidas recaen sobre el equipo de Claudio Chiqui Tapia, presidente de la AFA.
Se disputaban 28 minutos de la primera parte y Barracas atacaba por la derecha. Rafael Barrios envió un centro al área, Facundo Bruera la peinó y le quedó a Rodrigo Insua en el segundo palo. El lateral la acomodó con el pecho, se perfiló y tiró un buscapié de zurda a la altura del área chica. El centro atacante, le ganó la posición a su marcador, la empujó al arco y poner el 1 a 0 y convertir el primer tanto oficial desde que regresó al estadio Claudio Tapia ubicado en las calles Luna y Olavarría en la ciudad de Buenos Aires.
Tras la celebración, el juez del partido, Darío Herrera detuvo las acciones para aguardar el chequeo del VAR, que debía informarle la posición de Bruera, que cuando le dio con la pierna derecha parecía estar un poco más adelantado, también, de la línea de la pelota.
Gerardo Lencina, asistente número dos, no levantó la bandera, y Luis Lobo Medina, quien está a cargo del VAR en este duelo, le confirmó desde Ezeiza que el gol fue lícito. Desde el banco de Aldosivi, que vieron la jugada en sus pantallas, protestaron entendiendo que el marcador del tanto estaba en posición adelantada.
Lo que llamó la atención es que las líneas que luego trazó el VAR para dictaminar que Bruera estaba bien habilitado, por detrás de la línea de la pelota, sumaron más confusión. Da la impresión que la línea azul, que debería estar sobre el balón, está más alejado, dejando muchas sospechas sobre la posición del 9.
Con ese resultado, ambos equipos se fueron al descanso y en la segunda parte llegaron más goles. Fueron tres en 10 minutos. A los tres, Gonzalo Morales anotó el 2 a 0 para el local. A los cinco, Tiago Serrago descontó para los marplatense y a los 13, Barracas aprovechó un error del experimentado arquero del rival, Jorge Carranza, para que Facundo Bruera, otra vez, ponga el 3 a 1.
Con la victoria, los de Insua son los líderes de la zona A del Torneo Clausura con nueve unidades junto con Estudiantes. Además, alcanzaron los 35 puntos en la tabla general y se ubican en el sexto lugar, por ahora, clasificándose a la próxima Copa Sudamericana.
Pero la victoria no tapa lo que sucede con Barracas, que no es la primera vez en el año que el club presidido por Matías Tapia, hijo del presidente de AFA, es protagonista jugadas dudosas. Los ejemplos son varios.
En la tercera del Torneo Apertura durante el triunfo 1-0 frente a Banfield como local en la cancha de Arsenal, el gol de Kevin Jappert llegó tras una jugada con una clara posición adelantada. Ni el árbitro Luis Lobo Medina (que este domingo formó parte de la terna), ni el VAR, bajo la mirada de Fabrizio Llobet, señalaron el evidente offside.
En la sexta fecha, también del Apertura, Darío Herrera, el mismo árbitro que lo dirigió este domingo, sancionó un penal en tiempo adicional por una caída en el área de Gonzalo Morales. La jugada no parecía tener la intensidad suficiente para una infracción, pero la intervención del VAR, comandado por Héctor Paletta, resultó determinante. El Halcón, que había hecho méritos para llevarse los tres puntos, se vio perjudicado por una decisión difícil de justificar y el duelo finalizó 1 a 1.
En la siguiente jornada le ganó 2 a 0 a Newell’s. El choque se jugó en el estadio Julio Humberto Grondona -donde jugó como local, mientras remodelaba su cancha-, con Chiqui Tapia presente en un palco. Durante el partido, el árbitro Pablo Echavarría fue protagonista en cuatro jugadas polémicas. La primera de ellas, un penal a favor de los rosarinos, luego un codazo de un futbolista de Barracas sobre un rival. La tercera, una mano en un jugador del Guapo que debió ser sancionado con la pena máxima y por último una infracción de un jugador local sobre su rival en la acción previa al segundo tanto.