Antonio Zárate, segundo jefe de Bomberos Voluntarios, informó sobre los recientes incendios registrados en la ciudad y la provincia, causados principalmente por descuidos humanos.
La sequía y los fuertes vientos han dificultado las tareas de extinción, aunque afortunadamente no se reportaron heridos graves. Destacó la importancia de la llegada de lluvias para mitigar la situación.
Zárate explicó que los bomberos han trabajado en distintos focos de incendio, incluyendo los ocurridos en Arroyobrega, La Tercera y Guayquiraró. En esta última zona, el fuego avanzó peligrosamente hacia viviendas, pero gracias a la rápida intervención y la construcción de cortafuegos, se logró evitar daños mayores. Sin embargo, el fuego se propagó hacia campos de difícil acceso, lo que complicó la labor de los equipos de emergencia.
El operativo más reciente comenzó alrededor de las 17:30, cuando las condiciones climáticas eran adversas, con temperaturas elevadas y vientos fuertes. Durante la noche, la visibilidad reducida dificultó aún más el trabajo de los bomberos. A pesar de estas condiciones, lograron sofocar las llamas con mochilas de agua y el apoyo de camionetas.
Zárate recordó que actualmente las quemas están totalmente prohibidas en la provincia y advirtió sobre la responsabilidad de la población en la prevención de incendios. Señaló que muchos focos comienzan por imprudencias, como incendios en zonas de islas que se propagan a tierra firme. Subrayó la necesidad de mayor conciencia para evitar tragedias y daños al medio ambiente.
Finalmente, informó sobre la evolución del estado de salud de un bombero que recientemente sufrió la caída de una mampostería en su espalda durante la extinción de un incendio en una vivienda. Afortunadamente, se está recuperando favorablemente, aunque continúa bajo observación médica.