Gracias a la gestión de Cáritas y la colaboración de la comunidad, los internos de la Comisaría 1ra recibieron la donación de una heladera.
Hugo Florentín, responsable de Cáritas, explicó cómo se concretó la iniciativa y la importancia de este gesto para mejorar las condiciones de las personas privadas de su libertad.
Florentín relató que la solicitud llegó a través del padre José Ortiz, representante de la pastoral carcelaria, quien le expresó la necesidad de una heladera para los internos de la Comisaría 1ra. «El freezer que tenían ya no funcionaba, por lo que no podían contar con agua fresca», explicó.

Cáritas se encargó de hacer el llamado a la comunidad a través de redes sociales, pidiendo la donación de una heladera que alguien pudiera tener en desuso. Afortunadamente, una familia respondió al pedido y ofreció una heladera para los internos. «Nosotros no hicimos nada extravagante, simplemente hicimos de nexo entre la necesidad de unos y la generosidad de otros», señaló Florentín.
El responsable de Cáritas agradeció profundamente la solidaridad de la familia que hizo la donación y destacó que la misión de la organización es brindar ayuda a quienes más lo necesitan. «La espiritualidad de Cáritas es estar al servicio de los demás. Este fue un pequeño gesto de colaboración y de compromiso con los hermanos privados de su libertad», concluyó.
La heladera donada ahora permitirá que los internos tengan acceso a agua fresca, mejorando su bienestar diario en la Comisaría 1ra.
