La justicia de Morón ordenó el allanamiento en la vivienda en la que se había refugiado, a donde vivía hace un tiempo y había arrancado una nueva vida. Hace poco más una década, le asestó una puñalada mortal a un vecino con el que mantuvo una discusión. Y en dos años la causa prescribía.
La Policía Federal Argentina (PFA) detuvo a un hombre de 58 años, oriundo de provincia de Buenos Aires, que tenía un pedido de captura vigente por una causa de homicidio simple, solicitado por el Juzgado de Garantías N.º 3 del Departamento Judicial de Morón, Provincia de Buenos Aires.
El operativo fue llevado a cabo por efectivos de la División Unidad Operativa Federal Goya en la mañana del 2 de mayo, en la localidad de Esquina, provincia de Corrientes. La detención se concretó tras recibir una solicitud de colaboración judicial y realizar tareas de inteligencia que permitieron localizar al sospechoso.
El prófugo fue identificado y detenido en la vía pública, en calle Los Lirios. Sobre él pesaba una orden de captura por el delito de homicidio simple, emitida por el juzgado a cargo del Dr. Gustavo Gabriel Robles.
El Ministerio de Seguridad de la Nación y la Policía Federal Argentina reafirmaron su compromiso en la lucha contra el delito y en la localización de prófugos de la justicia en todo el país.

Pero estar a más de 600 kilómetros del conurbano no sólo le daba la impunidad de ser un ilustre desconocido, sino que fue suficiente como para seguir eludiendo la acción de la justicia, que lo buscaba hacía más de una década por un crimen.
Incluso había vigente una recompensa de tres millones de pesos ofrecida por el Ministerio de Seguridad de la Nación vigente desde hace un lustro. Finalmente, la impunidad se terminó ayer, cuando una delegación de la Policía Federal irrumpió en el lugar y lo detuvo.

Investigación Actualidad Esquina
El crimen por el cual estuvo prófugo más de una década
El 4 de marzo de 2015, cerca de las 14, en la vereda de la calle Zabaleta al 700 del barrio Los Aromos de la localidad de Libertad, en Merlo, el detenido mantuvo una fuerte discusión con Enrique Ernesto Diaz. En medio de la gresca, que fue tomando temperatura con el correr de los minutos, el acusado sacó de entre sus ropas un cuchillo de cocina y atacó a la víctima fatal.
Si bien el arma blanca no fue no secuestrada nunca en la causa porque el agresor huyó tras el hecho, lo cierto es que Díaz sufrió una herida punzocortante de 1,5 centímetros en el tórax, que por su gravedad ocasionó su muerte casi en el acto, antes de poder ser asistido. Desde entonces nunca más se supo sobre el paradero del asesino.
La causa fue caratulada como homicidio simple y hubo diversas diligencias para dar con él, todas frustradas. Hace dos semanas, personal de la División Unidad Operativa Federal (DUOF) de Goya entrecruzó información con la delegación Morón de la Policía Federal Argentina y determinó que el dato que tenían era correcto: se prófugo estaba allí.
Por eso, a solicitud del fiscal Matías Rappazzo, de la UFI Nº 7 de Morón, y de su secretario Leandro Tommasone, el juez de Garantías Gustavo Robles ordenó un allanamiento en el kiosco y en la vivienda de aquella localidad correntina y dio con Becharán, que no opuso ningún tipo de resistencia al ser notificado de la búsqueda.
Ahora se espera que la justicia correntina libre los exhortos de rigor para el traslado del sujeto a los Tribunales de Morón y que pueda ser indagado. Un dato no menor del caso: en dos años la causa prescribía y el crimen iba a quedar impune si el acusado no era detenido. Ahora eso no pasará y el asesino será juzgado para cumplir su condena, que va de 8 a 25 años en la escala penal.