Después de las 16, sus restos serán llevados a la Legislatura de la Provincia de Santa Fe (avenida Gral. López 3055), donde el público en general podrá despedir a la campeona mundial. Esa ceremonia será desde las 17 hasta las 21.
Alejandro Musacchio, jefe de Neurorradiología del Hospital Cullen de Santa Fe, donde permaneció dos semanas internada Oliveras, reveló semanas atrás que la exboxeadora “tenía una patología en la arteria carótida del lado derecho: era hipertensa y no se hacía controlar“.
“El 40% argentinos tiene hipertensión arterial, pero que la mitad no lo sabe. De los que lo saben, la mitad se medican y de los que se medican solo el 20% alcanza el valor de presión que deberían alcanzar”, especificó Daniel López Rosetti, en diálogo con LN+.
En una entrevista que brindó a LA NACION en febrero de 2023, recordó una experiencia en el campo vinculada con el maní, sus deseos de recorrer los campos del país y tener su propio programa agropecuario en los medios de comunicación. La ícono del pugilismo femenino argentino hizo un paréntesis para destacar a los productores agropecuarios, que son “los que traen los dólares al país”, y, además, pedía por la “eliminación de las retenciones” al agro.
Ese mismo año se sumó al Salón de la Fama del Boxeo Latinoamericano, convirtiéndose en la primera mujer argentina en recibir esa distinción. Recibió el galardón durante una ceremonia en Buenos Aires.
“Si yo me despidiera mañana de la vida, me acordaría de hoy”
“La tristeza es un sentimiento que te va a acompañar, pero uno tiene que despertar, y decir: ‘vivo el duelo, lo atravieso y vuelvo a la vida’, porque mañana me toca a mí morir. Es la ley de la vida. Todos nos vamos a morir. Hay que pasarla”.
“El boxeo no me dio ni un auto viejo. Ni con mi primer cinturón, ni con dos o con tres. ¡Ni con 6! La mujer no gana una mierda. Lo tengo que decir con esa mala palabra. En el fútbol pasa lo mismo. Lo que yo tengo, me lo gané y me lo gano laburando. Con sponsors, con charlas motivacionales. Hasta ánimo cumpleaños, casamientos. ¡Yo laburo!”
Por Osvaldo Principi
Alejandra Marina Oliveras tenía 18 años y ya había dado a luz a sus dos hijos. Ni lo guionistas de aquella telenovela exitosa de los años 80’, “Rosa de lejos”, se animaron a crear un personaje tan rebelde, audaz y desafiante como ella: una jujeña criada en Córdoba y enamorada de Santa Fe, donde murió y será enterrada muy cerca de Amílcar Brusa, su entrenador más querido y único domador de su indolencia.
¿Quién fue la “Locomotora” Oliveras? Alguien angelado con una luz muy especial, capaz de rever y cambiar de un día para el otro. Desconcertar y asombrar. Modificar un período rabioso en un pasaje risueño y absurdo sin conflictos. O viceversa.
Oliveras también se destacó por su activismo en favor del boxeo femenino. Denunció públicamente la desigualdad de condiciones entre hombres y mujeres en el deporte, especialmente en lo económico, y cuestionó el trato que reciben las boxeadoras profesionales. Fuera del ring, fundó el “Team Locomotora” en Santo Tomé, Santa Fe, donde ofrecía entrenamientos gratuitos para jóvenes de bajos recursos.
En 2021 fue candidata a diputada nacional por la provincia de Santa Fe, representando al partido Unite. En abril de 2024 fue incorporada además al Ministerio de Seguridad, donde trabajó en el área de eventos deportivos.
A lo largo de su vida Oliveras cosechó en total seis cinturones mundiales en tres categorías distintas, con un récord profesional de 33 victorias (16 por nocaut), 3 derrotas y 2 empates.
Obtuvo otros cinco títulos mundiales: campeona pluma de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB) en 2011 al derrotar a Liliana Palmera; campeona pluma de la Organización Mundial de Boxeo (OMB) en 2012 tras imponerse a Jessica Villafranca; campeona superligero del CMB en 2013 al vencer a Lely Luz Flórez.
En conferencia de prensa, Néstor Carrizo, jefe de Terapia Intensiva del Hospital José María Cullen que atendió a la ex boxeadora brindó detalles el lunes por la tarde sobre la causas detrás de su fallecimiento.

El médico explicó que su deceso se produjo por “un shock con hipoxemia severa -disminución grave del oxígeno en sangre- y una embolia pulmonar masiva -un coágulo bloquea las arterias del pulmón, lo que agrava aun más la falta de oxígeno, que desencadenaron un paro cardiorrespiratorio refractario”.
Entre los deportistas con los que compartió tanto arriba como abajo del ring durante su carrera se destaca Marcela “La Tigresa” Acuña, con quien pudo superar la rivalidad y hasta conversar sobre un proyecto audiovisual en conjunto.
“Muy lamentable, estoy muy conmocionada”, expresó Acuña en diálogo con Radio con Vos, donde reconoció que mantenía “una leve esperanza” de que se recuperara por la información que se desprendía de los partes médicos, que indicaban “una leve mejoría”.
En sintonía con el mensaje que pregonaba “Locomotora” Oliveras a diario sobre cómo había que encarar la vida, Acuña manifestó: “Quiero recordar a Alejandra con esa energía, esa particularidad de decir las cosas, tan única. Quiero recordarla con alegría, con la que ella daba cada vez que hacía una nota».
Del gobierno de Santa Fe se dispuso 72 horas de duelo por el fallecimiento de la exboxeadora. Así lo estableció el gobernador Maximiliano Pullaro mediante un decreto en el que se destacan las seis coronas mundiales que obtuvo como boxeadora, su activismo social y su elección como Convencional Reformadora para modificar parte de la Carta Magna.
Como parte de la tradición por duelo, se estableció que tanto la Bandera Nacional como la provincial permanezcan a media asta en todos los edificios públicos santafesinos durante el período de decretado.
Oliveras será velada este martes desde las 7 y hasta las 16 en una ceremonia únicamente para la familia, según pudo saber LA NACION. Después de las 16, sus restos serán llevados a la Legislatura de la Provincia de Santa Fe (avenida Gral. López 3055), donde el público en general podrá despedir a la campeona mundial. Esa ceremonia será desde las 17 hasta las 21.
La exboxeadora Alejandra “Locomotora” Oliveras murió el lunes, a los 47 años, en Santa Fe, luego de dos semanas de internación, como consecuencia de las secuelas provocadas por un accidente cerebrovascular isquémico (ACV).