En el marco del Día de la Tradición, el Instituto Superior “Dr. J. Alfredo Ferreira” de Esquina llevó adelante una nueva edición —la quinta consecutiva— de su ya tradicional muestra cultural, una iniciativa que nació hace cinco años y que hoy convoca a estudiantes, docentes y a toda la comunidad educativa.
Marina Bordón, profesora y una de las creadoras del proyecto, recordó cómo surgió esta propuesta:
“Todo comenzó como una iniciativa de los alumnos del profesorado de Educación Primaria, de primer año. Veníamos de un tiempo triste, de pandemia, y queríamos reencontrarnos, compartir un momento agradable. Así surgió la idea de celebrar la tradición, y desde entonces la propuesta crece año a año”, comentó la docente.
Con el apoyo de la entonces rectora, profesora Candy de Franco, la actividad se consolidó y hoy involucra a todos los profesorados y tecnicaturas del instituto. Bordón destacó que este año también se sumaron las carreras del anexo del colegio secundario de Esquina, lo que refleja el crecimiento y la participación de toda la comunidad educativa.
“Todos los chicos cantan, bailan, se organizan. Es un evento libre y gratuito, solventado íntegramente por profesores y alumnos, sin ayuda política ni fines de lucro”, aclaró la profesora.
La docente también celebró los reconocimientos que la institución ha recibido por su labor cultural.
“El año pasado el Poder Ejecutivo Municipal nos otorgó un reconocimiento, y este año el Concejo Deliberante hizo lo mismo. Además, recibimos una sorpresa muy especial: el Senado de la Nación Argentina nos concedió un Diploma de Honor por defender el acervo guaraní y custodiar nuestra cultura correntina”, destacó emocionada.
La senadora Gabriela Valenzuela fue la encargada de entregar la distinción durante el evento, cuya organización estuvo íntegramente a cargo de los estudiantes. Desde la preparación de los bailes y la decoración, hasta la cocina y la coordinación general, los jóvenes asumieron cada tarea con compromiso y entusiasmo.
“Ensayamos dos sábados consecutivos, desde las 8:30 hasta el mediodía. Muchos de los chicos trabajan, tienen familia, y aun así se hacen el tiempo. Es realmente loable”, señaló Bordón.
La profesora subrayó la importancia de estos espacios para la formación integral de los futuros docentes:
“Mi felicidad son los alumnos. Verlos disfrutar, compartir, bailar con alegría… eso llena de satisfacción. Este es un espacio de disfrute, de encuentro y de identidad”.

