El equipo diocesano de la Pastoral Vocacional en este año 2025 tiene el objetivo, según los promotores, de “ayudar a los jóvenes a plantearse la vida como vocación, descubriendo y madurando el proyecto del Señor para sus vidas”. El seminarista Josué Cañete, acompañado por las profesoras Andrea Aguirre y María José Forte, invitan a los jóvenes a que se conviertan en “auténticos signos de Esperanza para el mundo”.
Por eso se invitan, a los adolescentes y jóvenes, a mirar a su alrededor, y ponerse manos a la obra para ser signos de esperanza, como recuerda el papa Francisco en este Año Jubilar, se apunta en la invitación.
En las redes sociales, se han elaborado propuestas para los distintos ambientes pastorales. “La originalidad de la propuesta es con el objetivo de consolidar una cultura vocacional en toda la Diócesis de Goya”, en coincidencia con la propuesta del obispo diocesano.
La cultura vocacional es un ambiente que promueve el autoconocimiento y la búsqueda de sentido a la vida. Se basa en un conjunto de valores que impulsan a las personas a realizar una misión.
Uno de los elementos clave de una cultura vocacional es el reconocimiento de que Dios llama a todos y lo hace continuamente. Una respuesta a esta llamada requiere una pastoral vocacional diocesana abierta y dinámica que ayude a descubrir el modo concreto de llevar a cabo el proyecto de vida al que Dios llama.
JOSUÉ CAÑETE
Es un joven seminarista que terminó sus estudios de formación en orden al sacerdocio en el Seminario Interdiocesano La Encarnación y actualmente se encuentra acompañando al párroco de la Catedral, padre Ariel Giménez en la parroquia Nuestra Señora del Rosario.
Josué dijo que trata de contagiar a los jóvenes y los anima a descubrir “el llamado de Dios en sus vidas. Nunca empujando, siempre, respetando el sueño de Dios para cada joven” en declaraciones realizadas en el programa Tardes de Radio por LT6.
“Estamos acompañando a todas las vocaciones. Nuestro primer paso es un trabajo de sensibilización, por eso, estamos en las redes, en los medios” y también en “un trabajo de escucha, porque, nadie puede proponer algo si antes no se los escucha” dijo.
Invitó a los jóvenes a tener “la certeza de que estamos en el mundo para algo, en algún momento descubrirán y buscar también los medios para descubrirlo. Que no quede la duda de que estamos para algo en este mundo y que la vida vale la pena”.
ANDREA AGUIRRE
Andrea Aguirre, destacó que están continuando con el trabajo y un servicio iniciado en esta diócesis junto al padre Jesús Daniel Alarcón Sotelo, párroco de Santa Lucía, para “volver a fortalecer esta pastoral vocacional que es tan importante para nuestra diócesis”.
“Estamos bajo el asesoramiento de monseñor Adolfo Canecin y estamos trabajando en forma conjunta, sinodalmente, y el objetivo es afianzar la cultura vocacional” destacó.
En esa línea dijo que “es importante que la primavera vocacional tenga sus frutos” y por eso “también es importante la difusión y fundamentalmente la oración”.
“Hoy en día buscar en los jóvenes un proyecto de vida es todo un desafío” y no solo haciendo referencia a una “vocación específica, sino, en búsqueda de vocaciones”.
Añadió que articulan sus acciones con la pastoral de juventud que “van de la mano” y fundamentalmente con las áreas de catequesis, porque: “Ya desde niños tenemos que inculcar los valores cristianos que tienen que ver con esta cultura vocacional”.
Destacó que nota “un ardor en algunos jóvenes, donde se está despertando, la cultura vocacional” porque en las comunidades “hay jóvenes en discernimiento y nuestra tarea es acompañar”.
MARIA JOSE FORTE
Es psicopedagoga y docente del Instituto Superior Goya, quien destacó que “es importante acompañar a los adolescentes y jóvenes en su proceso de vocación. Nos sentimos acompañados por Jesús, Buen Pastor”.
María José Forte, hizo un “llamado a la cultura vocacional” para que los jóvenes vayan encontrando desde “sus dones y carismas” porque en esas cuestiones del discernimiento, a veces, “aparecen esas voces del mal espíritu”.
En el marco del Año de la Esperanza, en el marco del Jubileo de 2025, el Papa recuerda el llamado de todos a redescubrir “el don inestimable de poder dialogar con el Señor, de corazón a corazón, convirtiéndonos en peregrinos de esperanza”, porque «la oración es la primera fuerza de la esperanza”.-