En la Catedral, monseñor Canecin recordó que la santidad es un llamado para todos
Un gran número de fieles participó en la noche del miércoles de la Misa que presidió el obispo diocesano, monseñor Adolfo Ramón Canecin, en la Catedral de Goya, para celebrar un nuevo aniversario de canonización de San José Gabriel del Rosario Brochero. Participaron integrantes del Grupo “Amigos de Brochero” y los misioneros difusores de Radio María Argentina.
Monseñor Adolfo Canecin al recordar el octavo aniversario de canonización, manifestó: “la tarea del Espíritu Santo es hacer santos y liberar del pecado para conducir a la santidad. Si estamos animados por el Espíritu dejémonos conducir también por el Espíritu”.
“La Santidad hace que por amor Dios haya creado todo lo que existe. Dios ha entrado en el tiempo y en la historia, esto es muy importante, por eso hoy veneramos al Cura Brochero, que se metió en la realidad, se embarró los pies, corrió la misma suerte del pueblo a la cual tuvo que pastorear y servir”.
El prelado afirmó que “La santidad es el gran llamado al cual todos los bautizados estamos convocados” y en esa línea recordó que el Concilio Vaticano II° hace referencia a “la vocación universal de todos los bautizados a la santidad”.
“Hermanos, la santidad no está reservada para unos pocos, sino que es un llamado universal para todas las personas” reflexiono monseñor Canecín.
Recordó las palabras del Papa Francisco: “La única tristeza es no haber alcanzado la finalidad para lo cual Dios nos soñó y pensó: la santidad”.
El obispo recomendó a los brocherianos leer y analizar la exhortación apostólica “Gaudete et Exsultate”, señalando que su título, significa «Alégrense y regocíjense», y está tomado de Mateo 5:12, donde Jesús llama a sus discípulos a “alegrarse incluso en medio de las persecuciones”.
Continuo: “Dios es amor y la santidad consiste en amar a la manera de Dios, amar primero, siempre y sin cansarnos, por eso, el Espíritu Santo, que es el amor de Dios derramado en nuestros corazones, tiene su fruto que es amor, alegría, magnanimidad, afabilidad, confianza y mansedumbre. Quien estuvo guiado por el Espíritu Santo fue Gabriel del Rosario Brochero, él fue capaz de producir estos frutos. Esa es la tarea nuestra y es la invitación que nos hace el Señor”.
“Tenemos que tener la mirada centrada en Jesucristo” animó el obispo al tiempo que destacó la tarea y misión del Grupo Amigos de Brochero de la Diócesis de Goya, instándolo a seguir conociendo y difundiendo la vida del santo.
El obispo resaltó la importancia de escuchar “constantemente la voz de Dios en un mundo lleno de distracciones” y animó a todos los presentes “sin importar su estado de vida, a seguir un camino de santidad”.
Al finalizar la misa, monseñor Canecin obsequió a los “brocherianos” un ejemplar del libro “Gaudete et Exsultate” que es una exhortación apostólica del Papa Francisco, publicada en 2018.-