Florida puso en marcha el 1° de julio a las 12.01 horas, su nueva ley “Super Speeder”, que endurece las sanciones para quienes conduzcan a velocidades extremas. A los pocos minutos se registró el primer arresto en el estado, en un hecho que refleja la apuesta por reducir accidentes fatales y mejorar la seguridad vial.
Un conductor fue detenido por la Patrulla de Carreteras de Florida (FHP, por sus siglas en inglés) apenas dos minutos después de que entró en vigor la ley conocida como Super Speeder. La detención se produjo cuando el automovilista pasó a una velocidad de 167 kilómetros por hora sobre la autopista interestatal I-4, en el condado de Orange, informó FOX 35 Orlando.
En ese sector de la carretera, el límite máximo de velocidad es de 112 kilómetros por hora. El conductor superaba en más de 50 kilómetros la velocidad permitida, lo que constituye una infracción considerada grave según la nueva normativa que busca imponer sanciones más estrictas.
El artículo 316.1922, sancionado por la Legislatura de Florida en 2025, define que “comete exceso de velocidad peligroso quien maneja a más de 160 km/h u 80 km/h sobre el límite establecido, poniendo en riesgo la seguridad de personas o bienes”. De acuerdo con la norma:
La legislación busca reducir siniestros viales mortales en un contexto en el que Florida figura entre los estados con mayor cantidad de muertes por exceso de velocidad, según la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras (NHTSA). Garrett Popovich, gerente de los Road Rangers del FDOT, afirmó a FOX 35 Orlando: “Queremos disuadir la conducción temeraria con penas más duras”. La normativa comenzó a regir en pleno fin de semana largo del 4 de julio, cuando la Asociación Americana del Automóvil (AAA) proyecta más de 72 millones de viajes por carretera en Estados Unidos.
La ley dispone que los conductores citados por exceso de velocidad peligroso deben concurrir personalmente a una audiencia obligatoria, sin posibilidad de pagar la multa por adelantado (art. 318.19(6)).
La velocidad fue un factor en el 29% de todas las muertes por accidentes de tránsito en Estados Unidos, con un saldo de 11.775 fallecidos en 2023 por siniestros relacionados con el exceso de velocidad, de acuerdo con el informe oficial de la NHTSA.
La agencia advierte que conducir a altas velocidades aumenta el riesgo de perder el control del vehículo, reduce la eficacia de los sistemas de protección de los ocupantes, incrementa la distancia de frenado y eleva la gravedad de los choques.
Entre las causas que impulsan a los conductores a acelerar peligrosamente, la NHTSA identifica la congestión vehicular, la presión por llegar a tiempo, el sentimiento de anonimato al manejar y el desprecio por las normas de tránsito o la seguridad de otras personas.
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