Este 26 de noviembre, la ciudad de Esquina conmemora un nuevo aniversario de la creación de su bandera oficial, símbolo que desde 2014 representa la identidad, la unión y las tradiciones del pueblo esquinense. A once años de su adopción, el emblema continúa consolidándose como un motivo de orgullo para la comunidad, al reflejar en sus colores y figuras la esencia del territorio y su gente.
El diseño de la bandera reúne una fuerte carga simbólica. El verde expresa la esperanza, el coraje y el vínculo de los esquinenses con la naturaleza, además de destacar los recursos naturales y el potencial turístico de la región. El azul representa a los ríos Corriente y Paraná, elementos vitales para la vida cotidiana y el desarrollo económico local. El blanco, por su parte, remite a la pureza y la transparencia del ciudadano esquinense.
Uno de los elementos más distintivos del emblema es la flor del lapacho, seleccionada como flor autóctona y reconocida en la Carta Orgánica Municipal. La elección se inclinó por este símbolo de la flora local en lugar de otras especies, como la Santa Rita, para evitar connotaciones religiosas y fortalecer su carácter identitario.
El diseño final fue resultado de un trabajo colaborativo, en el que se destacó la participación de Valerio Traverso, cuyo aporte fue fundamental para lograr un símbolo que hoy los esquinenses adoptan con orgullo. Así, la bandera continúa afirmándose como un referente de pertenencia y memoria colectiva en la comunidad.

