Prof. José A. Moreyra
Especialista en Historia Regional
Observación: Título o nombre del libro que da a pie a este comentario, autoría del poeta nacido en Esquina Ctes, Argentina, Ramón Bautista Pereyra. El citado vive en Rosario donde se desenvuelve literariamente, es reconocido y respetado intelectualmente. Regresa de vez en cuando a nuestra ciudad
como un hijo más. Ahora está definitivamente con su prosa editada, aunque pocos lo conozcan en nuestra región.
A Ramón yo también, solo lo conozco literariamente y de manera virtual. Nunca pudimos hablar personalmente.
¿Entonces, se puede conocer a un hombre solo a través de los escritos? Pregunta seguramente que dará pie a otra nota.
Este, su libro fue editado en Ediciones El Can en Rosario, Santa Fe (2019). Consta de una dedicatoria a su madre, un bello prólogo a cargo de Roda Azziani e ilustraciones intercaladas entre 48 escritos en prosa.
¿Quién no tuvo momentos desesperados?
No solo los citados momentos exigen a que uno generalmente, por ser desesperados, le otorgue un lugar particular al aspecto negativo de lo que los hechos provocan en uno. Pereyra lo hace desde una mirada
efectiva con consonancia propia, equilibrio, cadencia y eufonía. Sus escritos no contienen tiempo, lugar, vaga en lugares de los que tienen unos años como Calle Pichincha con el recuerdo de “Rita la salvaje” junto a las tristezas del cabaret y el olvido de las muchachas de ocasión que lo daban todo por monedas, menos el amor infinito. Todo muere en la instantaneidad y está bien que así haya sido, y aún lo sea.
No por ello deja entre renglones el Metal y el Rocanrol, sentido y vínculo desde grupos varios y también resurge el tango en una cuadra de adoquines con la silueta de una mujer en la penumbra mientras
fumando muere de soledad esperando un cliente.
Pereyra te desordena la cabeza. Es un esgrimista que maneja su florete magistralmente, entonces, cuando algo de él provoca el “touche” (tocado) en tu corazón, obliga a que lo releas repetidamente, cumple su cometido seguramente, y confirma lo sostenido por mis apreciaciones.
Ramón es contundente en sus frases, te lleva desde el introito a considerar si se acaba el mundo, vas por diferentes lugares de Rosario con lejanas soledades y “la sangre rodando en el túnel indiscreto, puerto donde anclan las muchachas habitués. “Es un constante fluir que no se agota en “libros sin leer”. Tampoco escapa al aspecto social y el Ángel de la bicicleta junto a otros personajes rosarinos se desgaja en estas hojas. Mucho más habita en estos fragmentos y es importante que cada lector vaya descubriendo a Ramón Bautista Pereyra.
Lo pueden conseguir en Tienda de Libros Mendoza. Colón 377, Goya Corrientes- Facebook: Ramón Orlando Mendoza.
Otras obras publicadas: “El mismo loco, loco afán”
“La diáspora del erotismo”
“Homenaje al Club Atlético Boca Juniors”
“Tiempo a contramano.”