DEPORTES - NACIONALESNACIONALES

Francia – Argentina, el partido del morbo en el momento de la verdad

El encuentro se vive en la previa con aroma a revancha de aquella inolvidable y dramática final del Mundial de Qatar hace casi dos años.

El diario deportivo L’Équipe, uno de los de mayor prestigio en el mundo, se refiere al partido entre Francia y Argentina, por cuartos de final de París 2024, como “El momento de la verdad” y agrega que la selección argentina es el mayor “enemigo del fútbol francés».

Así se vive este encuentro en Francia, con aroma a revancha de aquella inolvidable y dramática final del Mundial de Qatar hace casi dos años.

Burdeos es consideraba la Capital Mundial del Vino, se trata de una ciudad puerto, sobre el Río Garona, 520 kilómetros al sudoeste de Francia que cuenta con 250 mil habitantes y su principal atractivo turístico es la Catedral de San Andrés, de estilo gótico.

En el flamante estadio, inaugurado en 2017, con capacidad para 42 mil espectadores, Francia y Argentina se verán las caras frente a frente, buscando el pasaporte a semifinales.

Respecto del Mundial, el contexto es otro. Son Juegos Olímpicos, no es una final, son selecciones sub 23 y, no estarán ni Messi, ni Mbappé.

Sí, se trata de un mata-mata, el que pierde se vuelve a casa y si empatan van a un alargue y eventuales penales.

Mientras que para los franceses el encuentro tiene aroma a revancha, para los argentinos suena más a una oportunidad para consolidar su supremacía reciente.

Las críticas a Mascherano están en modo avión, esperando que un resultado negativo las desbloquee.

La selección sub 23 que perdió contra Marruecos con el controvertido final con aires de papelón, se recuperó y derrotó a Irak y Ucrania para lograr la clasificación.

Desde 2008, cuando ganó el oro de la mano de Messi y Riquelme, que Argentina no superaba la primera ronda olímpica.

Por ahora sus individualidades le dan el sustento a la ilusión, aún sin tener funcionamiento como equipo, ni alguna idea que lo identifique como tal.

Equi Fernández, Thiago Almada, «el Diablito» Echeverri, Nicolás Otamendi y Gerónimo Rulli exhibieron su indudable jerarquía.

Todavía no aparecieron ni Julián Álvarez, ni Lucas Beltrán. La grata revelación es el desequilibrio y la frescura que aporta Giuliano Simeone.

Francia es un equipo vertical y directo, al que el gol le sale fácil. Juega con un 4-3-3 y le gusta la vorágine del ida y vuelva veloz.

El equipo galo ganó sus tres partidos, casi sin despeinarse. Argentina necesitará manejar la pelota y llevar el partido a un ritmo más cansino, sin ir a cambiar golpe por golpe. 

El morbo se sentará en la tribuna de los franceses y en cada hogar o lugar público. Algunos no perdonarán los cánticos ofensivos contra el origen africano de los futbolistas franceses, encabezados por Enzo Fernández, quién ya pidió las disculpas del caso.

Quedaron en la retina de muchos, los gestos descomedidos del «Dibu» Martínez en los festejos en Qatar.

En París 2024, Los Pumas y la Selección ante Marruecos sufrieron en carne propia la bronca contenida de los franceses y marroquíes (hay medio millón de ellos en Francia), y la silbatina a nuestro himno.

El clima estará pesado, sin dudas. De todos modos, en la calle y en los estadios que transitamos todo el día y todos los días de los Juegos, no hemos percibido ningún tipo de hostilidad por ser argentinos. El deseo de casi todos es que el espíritu olímpico se haga presentes en Burdeos. Los organizadores prometen tomar medidas más eficaces que en Saint Etienne donde se vieron desbordados, con invasión al campo de juego incluido.

En lo deportivo, la mesa está servida con todos los ingredientes de un buen partido de fútbol.

Burdeos, la Capital Mundial del Vino, ofrece la mejor versión del Dios Baco para celebrar. Es que ha llegado la hora de la verdad.
Cadena 3

Publicaciones relacionadas

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Botón volver arriba