El Servicio Meteorológico Nacional de Estados Unidos (NWS, por sus siglas en inglés) informó que un nuevo frente frío se desplazará por el norte de Texas hacia el fin de semana, lo que generará descensos moderados de temperatura y aumentará la posibilidad de lluvias en algunas regiones. Las áreas más afectadas serán el Panhandle y la zona metropolitana de Dallas-Fort Worth, mientras que el sur del estado mantendrá condiciones cálidas típicas de esta época.
De acuerdo con el pronóstico del NWS, un frente frío ingresará este fin de semana por el norte y centro del estado, principalmente en el área metropolitana de Dallas-Fort Worth y el Panhandle. El cambio de masa de aire traerá condiciones más frescas y un incremento en la probabilidad de lluvia del 30%, en especial al este.
El meteorólogo Anthony Franze, del medio San Antonio Express-News, explicó que este tipo de fenómenos son comunes en esta época del año. “Los modelos tienden a proyectar la llegada de temperaturas más bajas con una semana de anticipación. Esto suele ser una señal de que el patrón atmosférico se está volviendo más activo, aunque el momento exacto de su llegada puede variar”, señaló.
El frente frío se prevé que llegue a la región norte durante el sábado y se extienda hacia el centro del estado en el transcurso del fin de semana. En Dallas-Fort Worth y zonas cercanas, se espera una disminución de las marcas térmicas máximas, que pasarán de los 88°F (31,1°C) a cerca de 83°F (28,3°C), lo que representa una reducción de cinco grados en comparación con el viernes anterior.
Durante las noches, el descenso será más notable, lo que ofrecerá un alivio térmico tras varios días de calor persistente.
El ingreso de esta condición meteorológica también podría provocar un aumento en la humedad y en la formación de nubes. Se pronostica una probabilidad de lluvia del 30%, concentrada principalmente al este de la autopista interestatal 35 (I-35). Las precipitaciones serían de carácter aislado, aunque no se descartan tormentas eléctricas dispersas.
“Para el lunes se reanuda rápidamente un repunte de temperaturas. De nuevo, con calores desde los 80°F (26,6°C) a 90°F (32,2°C) para comenzar la tercera semana de octubre”, publicó el NWS.
El Panhandle de Texas será nuevamente la zona más afectada por el cambio de masas de aire. La región, acostumbrada a recibir los primeros frentes fríos de la temporada, experimentará un descenso marcado en las temperaturas nocturnas.
En Amarillo, las máximas alcanzarán los 81°F (27,2°C) durante la semana, pero el paso de la masa de aire frío reducirá las marcas térmicas mínimas hasta los 47°F (8,3°C) el viernes por la noche y 43°F (6,1°C) el sábado por la noche.
Más al norte, en Dalhart, las temperaturas diurnas se ubicarán en torno a los 73°F (22,7°C), mientras que las mínimas caerán hasta los 42°F (5,5°C) el viernes y 38°F (3,3°C) el sábado. En Sunray, se anticipan condiciones similares.
Estos valores representan un enfriamiento típico de octubre, pero sin llegar todavía a las condiciones invernales. El descenso térmico será más evidente en las zonas rurales, donde el viento del norte y la baja humedad incrementarán la sensación de frío durante las primeras horas del día.
El frente frío no afectará de forma significativa a las zonas central y sur de Texas. Los pronósticos indican que el sistema perderá fuerza al desplazarse hacia el sur, deteniéndose antes de alcanzar ciudades como Austin o San Antonio.
En estas áreas, el ambiente se mantendrá estable, con máximas diarias cercanas a los 91°F (33°C) y mínimas en torno a los 68°F (20°C). Aunque las noches serán ligeramente más frescas, las tardes seguirán con temperaturas propias del verano.
Según el NWS, las condiciones atmosféricas en el sur del estado permanecerán secas y estables, con baja probabilidad de lluvias durante el fin de semana. Los meteorólogos anticipan que no será necesario el uso de ropa abrigada hasta finales de octubre, cuando se pronostica la llegada de sistemas frontales más potentes.