Desde sus comienzos hasta la actualidad en el Departamento de Esquina
Introducción
En las últimas décadas del siglo XIX y comienzos del siglo XX se origina el cultivo de la sandía en el Departamento de Esquina, actividad que con el correr de los años se convertiría en uno de los rasgos productivos y culturales más representativos de la región.
El presente trabajo tiene como finalidad rescatar y ordenar la memoria histórica vinculada a la siembra, producción y comercialización de la sandía, destacando el esfuerzo de los primeros colonos, productores, comerciantes y armadores que hicieron posible el reconocimiento nacional de la llamada sandía esquinense.
Origen del cultivo
Cuenta la tradición que no se conoce con certeza el origen de la semilla de las primeras plantas “gauchas” que aparecieron en una loma distante aproximadamente 15 km al este del puerto de Esquina, sobre el primitivo camino a Sauce. La notable exuberancia de sus frutos y su exquisito sabor —que agradó a todos— motivaron la conservación de semillas para su posterior multiplicación.
Desde entonces, el lugar pasó a denominarse “Loma de la Sandía” o “Paso Loma Sandía”, nombre que alude tanto al cultivo como a la dificultad de su cruce, debido a la naturaleza arenosa del suelo.
El paraje se encuentra ubicado sobre la Ruta Provincial N.º 123, Primera Sección, entre campos cuyos propietarios actuales son Domingo Ciorcieri, Ana Dolores Bianchi de Gatti y otros.
En relevamientos recientes realizados con el propósito de reconstruir esta historia, aún fue posible hallar algunas matas “gauchas”, testimonio vivo del origen de este cultivo en la zona.
Primeras semillas y variedades
Los antiguos pobladores relatan que las primeras semillas habrían sido traídas por tripulantes de barcos a vela —carboneros que comerciaban y fletaban carbón y leña desde el Rincón de Guayquiraró—, actividad que se desarrollaba a gran escala en aquellos años. También se supone que parte de las semillas ingresó por vía terrestre.
De este modo, el cultivo se fue expandiendo en pequeñas cantidades y reducidas chacras, dando origen a la denominada “sandía criolla”, de forma redonda y cáscara verde oscura, y a otra variedad, también redonda, de cáscara verde clara, conocida como “Cardona”. Ambas se destacaban por su exquisito sabor, con piezas que oscilaban entre los 3 y 5 kg, siendo su medida de recibo tradicional “dos cuartas y cuatro dedos”.
Los pioneros del cultivo
La excelente adaptación de la planta a las tierras locales llamó la atención de los colonos que arribaron a la región para dedicarse a la actividad agropecuaria, estableciendo quintas, naranjales y cultivos diversos.
Entre los primeros colonos dignos de mención en relación con el cultivo de la sandía se encuentran los señores Juan Bianchi y José Grenat, junto a sus hijos Ernesto, Luciano, Pablo, José (h) y Leopoldo.
José Grenat padre, de origen francés, llegó desde Santa Fe a establecerse aquí en la última década del siglo XIX y se afincó en el paraje N.º 4 del Departamento, sobre el río Corriente, a unos 15 km del pueblo de Esquina. La labranza de la tierra se realizaba entonces con arados de madera tirados por yuntas de bueyes. Falleció joven, a los 47 años, pero sus hijos continuaron su legado con esfuerzo y dedicación.
Ellos fueron los primeros “sandieros” de importancia, introduciendo nuevas variedades y mejorando la calidad de la producción. En los años 1923/24, don Enrique G. incorporó la semilla conocida como “La Favorita”, y posteriormente se difundió la variedad “La Chilena”.
Algunos miembros de la familia Grenat se establecieron en San Isidro del pueblo, mientras que otros continuaron trabajando en el campo, sobre el río Corriente, en zonas como la cañada y los “médanos”, consideradas especialmente aptas para el cultivo.
Expansión productiva y comercial
Junto a la familia Grenat, se destacaron otros pioneros como Leopoldo Rossi, de origen italiano, y sus hijos; los hermanos Antonio, Juan y Mateo Crispo; los hermanos Laureano y numerosos propietarios y arrendatarios que consolidaron a Esquina como un verdadero emporio de la sandía.
Paralelamente, se establecieron en la ciudad comerciantes y armadores que comenzaron a adquirir grandes volúmenes de producción para su traslado en buques a vela hacia los puertos de Rosario y Buenos Aires. De este modo, la sandía esquinense se posicionó rápidamente como una de las mejores del país.
Entre los principales comerciantes se encontraban Lázaro Mártede, Alberto Federici —propietario del barco La Flor de Itatí—, Santiago Germán, con el buque La Soledad; José Viglione, con La Amable María; y Juan Chiotta, con La Laguna Liberal. Más tarde se sumaron Bautista Codazzi, Enrique Ruiz (h), Juan Bianchi y otros compradores provenientes de Buenos Aires, Rosario y Paraná.
Transporte y logística
El traslado de la producción desde las chacras hasta los puertos de carga se realizaba mediante carretas y carros tirados por bueyes. Los principales puertos utilizados eran el de Esquina, el denominado “Ring” y el puerto “Loncín”, siempre que el nivel del río lo permitiera. En épocas de grandes bajantes, los barcos permanecían fondeados en el río Paraná.
Las sandías eran llevadas hasta los buques mediante pequeñas embarcaciones, generando un intenso tráfico fluvial. El precio más alto registrado en aquellos tiempos alcanzó los doce pesos el ciento. A comienzos del siglo XX se consolidó un sistema regular de compra y transporte, vigente hasta aproximadamente 1913.
Con el paso del tiempo, los buques a vela fueron reemplazados por lanchas con motores a gasoil o nafta, lo que permitió intensificar la producción. Durante los meses de diciembre y enero, época fuerte de la cosecha, el puerto de Esquina albergaba entre 15 y 20 embarcaciones, llegando en ocasiones a concentrar hasta 30 veleros.
Desde 1914 comenzaron a operar bodegas fletadas por grandes compradores de los mercados consumidores, destacándose la Cía. Mancini, de Rosario, y la empresa La Lombard. Algunos vapores llegaron a cargar entre 20.000 y 30.000 frutas, e incluso hasta 50.000 unidades, como ocurrió con el barco Cuadratis.
Evolución y situación actual
El aumento sostenido de la demanda impulsó una expansión constante del cultivo, tanto en superficie como en calidad. Productores como los hermanos Rossi y Marcelino Piaggio introdujeron mejoras mediante la renovación anual de tierras y el uso de semillas importadas, logrando sandías de gran tamaño, que alcanzaban entre 15 y 40 kg por pieza.
En la actualidad, el transporte de la sandía se realiza casi exclusivamente por vía terrestre. El desarrollo de caminos pavimentados y la incorporación de modernos camiones desplazaron progresivamente la actividad fluvial, marcando una nueva etapa en la historia productiva del Departamento de Esquina.
Cierre
La historia de la sandía en Esquina es, en definitiva, la historia del trabajo, la perseverancia y la visión de generaciones de productores y comerciantes que supieron aprovechar las bondades de la tierra y del río, dejando un legado que forma parte inseparable de la identidad local.
Documento del INTA, cedido por Sergio Grenat –
Aclaración: Debido a lo dificil de la transcripción pueden haber errores de nombres propios. Contactar al 3777470285
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