POLICIALESPROVINCIALES

Imputaron por femicidio a la expareja de la periodista Griselda Blanco

Armando Jara seguirá detenido. Los cabellos que la víctima le arrancó a su atacante en un intento por defenderse de la agresión serán determinantes para el esclarecimiento del caso.   

Los investigadores del crimen de la periodista correntina Griselda Blanco (44)  trabajan en dos pistas firmes para el esclarecimiento del caso. Por un lado, consideran que las pruebas de ADN podrán determinar si Armando Jara, expareja de la víctima, es el autor del homicidio. En tanto, apuestan a obtener valiosa información de los celulares secuestrados y que están siendo peritados.

Ayer, el Ministerio Público Fiscal informó que imputó con prisión preventiva a la expareja de la periodista. 

La cartera provincial indicó que “la fiscal de la Unidad Fiscal de Investigaciones Concretas (Ufic) de Curuzú Cuatiá, doctora María José Barrero Sahagún, formalizó la imputación de Jara por el delito de homicidio agravado por la relación de pareja (femicidio), previsto y sancionado por el artículo 80, inciso 1 del Código Penal, y del que fuera víctima Griselda Blanco”.

Además, aseguraron que “la representante del Ministerio Público Fiscal participó de la audiencia de formalización de la imputación ante el Juzgado de Garantías”.

esencialmente porque una cámara de seguridad cercana a la casa de Jara, no a la de Griselda, lo mostró entrando a la vivienda unos 20 minutos después del homicidio.

Diligencias

En la noche del lunes se volvió a allanar la vivienda de la comunicadora y se secuestró un cuchillo Tramontina, que tal vez se usó para infligirle un corte en el cuello. 

También otros tramos de la soga con la que se hizo el estrangulamiento. Todo indica que fue un asesinato producto de una pelea improvisada con alguien conocido, ya que ella misma le abrió la puerta. Ninguna abertura de la casa presentaba violencia.

Para la pesquisa, hubo una pelea y la periodista le arrancó cabellos al asesino, dejando una prueba irrefutable, porque se constató que los cabellos tienen bulbo, es decir que se podrá determinar el ADN del agresor. Por otra parte en la noche del lunes se hizo el allanamiento en la vivienda  de otro sospechoso y se secuestró un celular, que será decisivo en los próximos pasos.

Ayer se resolvió avanzar rápidamente en el análisis de los celulares. Griselda Blanco tenía dos, de los cuales sólo uno apareció. Lautaro Cesani, uno de los hijos de Blanco, remarcó que su madre tenía dos teléfonos, “uno con el que transmitía y otro con el que pasaba música” y solamente se encontró uno, “el menos importante, porque el que desapareció era con el que más se comunicaba”.

Además está el celular que se le secuestró al nuevo sospechoso. Y también es muy posible que se pueda avanzar en la determinación de los movimientos de Griselda y el sospechoso por la geolocalización de los celulares a partir de las antenas.

Es probable que con esa nueva información se ordene la detención de otra persona.

Blanco era trabajadora de prensa radial y producía transmisiones en vivo de programas dedicados al periodismo local.

En las últimas semanas investigaba una supuesta mala praxis que derivó en la muerte de una mujer en un hospital de la zona. También había hecho denuncias contra la policía local. 

A uno de sus hijos le confesó que había sido amenazada y temía por su vida.

El expediente es investigado por la fiscal María José Barrero Sahagún, titular de la Unidad Fiscal de Recepción y Análisis de Casos (Ufrac), quien ordenó la intervención de la Policía Federal Argentina (PFA), luego de tomar conocimiento de las denuncias públicas de Blanco sobre supuesto mal desempeño de la policía local.

Los investigadores pudieron determinar que, efectivamente, dos comisarios habían emitido cartas documento en contra de Blanco para que cese su actividad. Por ahora, tampoco hay elementos que vinculen a policías con la muerte. 

(NG) El Litoral

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