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Inesperada partida del escritor y periodista Alejandro Mauriño

El escritor y periodista Alejandro Mauriño falleció este viernes en la ciudad de Corrientes. Las muestras de dolor y tristeza por su repentina partida se multiplicaron desde poco antes del mediodía cuando se conoció la lamentable noticia. Tenía 73 años cumplidos hace sólo tres días atrás. Había desarrollado su faz periodística en distintos medios de Corrientes y en la agencia nacional Télam, pero en los últimos años estaba dedicado casi exclusivamente a la literatura a la que le dejó 31 libros publicados.
 
Alejandro nació en Buenos Aires el 28 de junio de 1948. Su niñez y adolescencia la pasó entre su querido Palmar Grande, en Caá Catí y en Mburucuyá, pero en 1978 llegó a Corrientes capital para quedarse.

Era periodista egresado del Círculo de la Prensa de Buenos Aires. Y como tal fue corresponsal de la Agencia Noticiosa Télam, colaboró con medios escritos locales y participó de innumerables programas radiales. Entre 1993 y 1995 fue ademá subsecretario de Cultura de la Provincia de Corrientes.
 
Como escritor dejó un total de 31 trabajos impresos de los géneros poesía, cuento, novela y ensayo. Durante el 2006 publicó una colección de cuentos fantásticos («El gran viaje», Moglia Ediciones ), un ensayo «Odín Fleitas, el poeta olvidado», Subsecretaría de Cultura de Corrientes) y un poemario («Elegías», haikus y tankas, Editorial Zeus).

También poemarios como “La soledad avanza” (1991); “Giralunas” (1996); “Odas, profecías y maldiciones” (2000); “Oraciones ateas” (2003); “Extranjero del mar” (2012). En narrativa: “Güisqui y aceitunas”; en 2002, “Historias con lluvia” (cuentos),  y un ensayo: “Omar Khayam y Borges”.
 
“Jovial, intenso, a veces cabrón, pero siempre atento y servicial”, como uno de sus amigos al despedirlo este viernes en las redes sociales, Alejandro era amante de ajedrez y el Jaque al Rey lo tenía entre sus destacados habitué. Fue él quien impulso a uno de sus hijos, Lucio, a ser profesor en esa institución.  También poemarios como “La soledad avanza” (1991); “Giralunas” (1996); “Odas, profecías y maldiciones” (2000); “Oraciones ateas” (2003); “Extranjero del mar” (2012). En narrativa: “Güisqui y aceitunas”; en 2002, “Historias con lluvia” (cuentos),  y un ensayo: “Omar Khayam y Borges”.
 
“Jovial, intenso, a veces cabrón, pero siempre atento y servicial”, como uno de sus amigos al despedirlo este viernes en las redes sociales, Alejandro era amante de ajedrez y el Jaque al Rey lo tenía entre sus destacados habitué. Fue él quien impulso a uno de sus hijos, Lucio, a ser profesor en esa institución.  

Ganador de diversos premios en concursos provinciales, regionales y nacionales, Alejandro se autodefinía como un “joven desgastado”, y era además orgulloso “maestro masón” integrante de “La Constante Unión”.
 
Las redes sociales fueron el reflejo de la profunda tristeza que causa su inesperada desaparición. El arquitecto Gabriel Romero, presidente del Instituto de Cultura de Corrientes y amigo personal de Mauriño anunció su partida con una sentidas líneas: “Ale Mauriño partió esta mañana. Además de gran escritor, Mason, ex Subsecretario Cultura, cocinero y animador cultural. Para mi hermano Alcides Romero y yo,  Ale fue un gran compañero de largas noches en El Mariscal. Acuño una frase que nos identifica a nosotros y a nuestro café » El único bar desatendido por sus propios dueños, te vamos a recordar siempre” señaló.

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