Nahuel Sotelo se dispone a dejar la oficina con vista abierta al barrio de Retiro que lo recibió cuando desembarcó en la Cancillería como Secretario de Culto y Civilización. En casi 12 meses supo apropiarse de aquel espacio que heredó con textos religiosos, como la Biblia, el Corán, y otras escrituras sagradas. Él sumó lo suyo. Un retrato de Milei durante la asunción presidencial y algunas estatuillas de la Virgen de Lujan, de Salta, el señor de los Milagros y San Expedito. En el piso, todavía sin colgar, un cuadro con la camiseta de San Lorenzo que tiene en el centro la imagen del papa Francisco, en homenaje al sumo pontífice fanático, al igual que él, del Ciclón. Una reliquia que puede que tenga que embalar después del 7 de septiembre cuando se conozcan los resultados de las elecciones legislativas en la Provincia.