La inseguridad volvió a golpear en el conurbano bonaerense. Un adolescente de 17 años, Dilan Joel Insfrán, fue asesinado de tres balazos cuando quiso defender a su madre de un intento de robo en la puerta de su casa de González Catán, en el partido de La Matanza.
El homicidio ocurrió anteayer a la tarde cuando Alicia Ojeda, de 53 años, estaba por ingresar a su casa con su camioneta Toyota Hilux y fue sorprendida por cuatro delincuentes, uno de ellos de tan solo 15 años.
“Se llevaron a un pibe que solo quiso salvar a su mamá”, sostuvo un vecino, según publicó el medio local Inforbano.
Ojeda y su hijo fueron interceptados en a las 18.35 por los delincuentes que quisieron robar la camioneta. Insfrán intentó defender a su madre y fue baleado. El adolescente recibió tres balazos: dos a la altura de una de sus axilas y el restante en el cuello.
El menor fue trasladado de urgencia al hospital Simplemente Evita de La Matanza, donde llegó sin vida, y los delincuentes escaparon sin robar nada.
En la huida, los ladrones le dispararon a un vecino que, desesperado al escuchar los balazos, salió de su casa para buscar a su hija adolescente que había ido a hacer unas compras.
“Cuando escucho la primera detonación salí de mi casa y veo a un muchacho con una gorra rosa y una pistola nueve milímetros negra. Cuando salgo le pegan el último tiro a Dilan. Cuando me ven salen en dirección mía. Yo salí a defender a mi hija, que tiene 10 años. Me disparan. Si no me tiraba al piso me pegaba en la cabeza o en el pecho. ‘Tira, tira´, gritaron», dijo en declaraciones al canal América el vecino que fue testigo del homicidio de Dilan.
Los momentos previos y posteriores al intento de robo y homicidio quedaron registrados por cámaras de seguridad instaladas en casas de vecinos de las víctimas.

En el caso tomó intervención la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) N°1 del Fuero Penal Juvenil de La Matanza y detectives de la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) local de la Policía de la Provincia de Buenos Aires, quienes se entrevistaron en el hospital con la madre de la víctima.
Ojeda, a pesar de su conmoción, le relató a los detectives policiales lo que recordaba de la secuencia del ataque, ocurrido cuando llegaban a su casa del barrio Villa Dorrego, en González Catán.
“Se logró la identificación de los supuestos autores del intento de robo y se determinó que eran todos del asentamiento Los Ceibos. En horas de la madrugada de ayer se hizo un allanamiento y se detuvo a un adolescente de 15 años que está sindicado como el autor material de los disparos que terminaron con la vida de Insfrán”, dijeron fuentes policiales.
Pocas horas después, según los voceros consultados, se detuvo a un segundo sospechoso. Se trata de un adolescente de 16 años conocido por el apodo de N. del 28.
Los detectives de la policía bonaerense identificaron a los dos otros ladrones que participaron del intento de robo y homicidio, ambos son mayores de edad: el Paraguayo, de 18 años, y otro joven de 22 años.
La Justicia dictó la orden de captura nacional e internacional del joven apodado el Paraguayo, quien fue detenido después de que sus padres se comunicaran con los investigadores policiales para avisar de su decisión de entregarlo y ponerlo a derecho.
Fue el padre del joven de 18 años quien alertó a los detectives policiales dónde podía estar su hijo. Se pactó un encuentro y se detuvo al sospechoso.
El cuarto delincuente fue detenido hoy después de que tareas investigativas determinaran que estaba oculto en una casa de Virrey del Pino. Se hizo un allanamiento de urgencia y el joven fue sorprendido mientras almorzaba, según informaron a LA NACION fuentes de la investigación.
El homicidio de Dilan no fue el único hecho de inseguridad ocurrido en La Matanza en los últimos días. El jueves pasado, en Gregorio de Laferrere, un sargento de la Policía de la Provincia de Buenos Aires mató a un delincuente armado durante un intento de robo.
El hecho se produjo en la intersección de Calderón de la Barca y Martín Coronado. El policía circulaba en un Chevrolet Corsa blanco cuando un Chevrolet Prisma, también blanco, se le cruzó en el camino. Desde el interior del auto, al menos dos ocupantes lo apuntaron con armas para obligarlo a detenerse. Una cámara de seguridad registró la secuencia completa.
Ante la amenaza, el sargento disparó cuatro veces con su pistola reglamentaria desde el asiento del conductor. Uno de los agresores quedó herido dentro del Prisma, mientras que los otros tres descendieron y escaparon a pie. El vehículo, sin control, retrocedió y chocó contra la vereda. El hombre baleado murió en el lugar.
El policía se alejó unas 15 cuadras y, ya en la casa de su pareja, llamó al 911 para dar aviso. Cuando los patrulleros llegaron a la escena, hallaron el cuerpo del fallecido y constataron que el Prisma tenía pedido de secuestro: había sido robado el 1 de septiembre en Virrey del Pino.
La investigación quedó a cargo del fiscal Diego Rulli, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) de Temática Homicidios de La Matanza, quien dispuso el traslado del cuerpo a la morgue para la autopsia. Las pericias fueron realizadas por Gendarmería Nacional. El caso fue caratulado como “homicidio en legítima defensa” y el efectivo no quedó detenido. Hasta el momento, el delincuente abatido no fue identificado.
Un día después, Rubén Carballo que trabajaba como chofer de aplicación de viajes, salvó su vida porque maneja con chalecos antibalas.
El viernes a la noche fue herido cuando fue asaltado por dos ladrones que se hicieron pasar como pasajeros. Durante el ataque, Carballo fue herido en la cabeza y en un brazo y mató a uno de los asaltantes.
Según relató el conductor a LA NACION, el viernes a la noche, minutos después de las 23, le llegó un pedido de viaje a través de la aplicación de dos pasajeros que querían ir desde la plaza de San Justo hasta la calle Osiris, cerca del kilómetro 39 de la ruta 3, en Virrey del Pino.
“Me salvó el chaleco antibalas. Al llegar a la dirección indicada por los pasajeros, los esperaban cuatro cómplices. Uno de los asaltantes me pegó un culatazo en la boca. Al mismo tiempo, otro ladrón comenzó a apuñalarme”, relató Carballo.
De acuerdo con los testigos, el conductor fue agredido casi al mismo tiempo por uno de los ladrones que esperaba que los cómplices llegaran a la calle Osiris. Este agresor atacó a Carballo desde el costado del vehículo, a la altura de la ventanilla del conductor. Mientras que uno de los delincuentes que viajaban como pasajeros lo apuñalaba.
Mientras que el arma usada por el agresor fue hallada junto a un árbol. Hasta anoche no habían sido detenidos los otros cuatro ladrones.
Uno de los dos delincuentes heridos fue trasladado a la Unidad Primaria de Atención (UPA), donde falleció pocas horas después. El segundo delincuente herido fue trasladado al hospital local, donde quedó internado con la víctima.
Carballo, además de trabajar como chofer de una aplicación de viajes, es titular de la ONG denominada CAFAVI (Comisión de Ayuda a Familiares de Víctimas), que se dedica a acompañar a familiares de víctimas de la inseguridad.
Desde que efectivos de la Policía Federal mataron a su hijo, de 17 años, en noviembre de 2009, durante el recital del grupo Viejas Locas, en el estadio de Vélez Sarsfield, Carballo se dedicó a acompañar a las víctimas de la inseguridad.