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PRODUCCIÓN

La sequía golpea a Corrientes

Informe de situación de los sectores productivos de Corrientes enviado al Ministro de la Producción, Claudio Anselmo por la Coordinadora de Entidades Productoras

El presente informe expresa un diagnóstico de la situación actual de los principales
sectores productivos de la provincia de Corrientes a partir de la compleja situación que
se encuentran atravesando producto del déficit hídrico registrado por tercer año
consecutivo:
Citricultura:
Se da una situación límite en la estructura de las plantas, dada la poca absorción de
humedad por raíces, con mucho deterioro y mala nutrición. Peor que el año pasado a
la misma fecha.
La falta de precipitaciones favorece a las plagas, lo que obliga a mayores
pulverizaciones y costos.
En cuestión de producción, en el invierno no hubo precio para comercializar la
producción. Fue de escasa a casi nula la floración para la campaña de verano 22/23.
Solo los establecimientos con sistemas de riego, pudieron mantener una planta
razonablemente fuerte, pero también con bajas considerables en rendimiento
productivo.
Se estima una pérdida de frutas de entre el 50 y 80% y ya se observa un daño por sol
que baja mucho la calidad, sumado a la falta de tamaño por déficit de humedad.
Las fincas y productores están fuertemente afectados por la crisis comercial y
productiva de los últimos dos años, dejando casi en estado de abandono, a los que no
poseen algún otro ingreso económico para afrontar los compromisos.
Se hace necesario lograr alguna herramienta que de contención ante la pérdida de
gran cantidad de hectáreas en explotación comercial.
Yerba Mate:
Desde la primavera se observó, que las plantas en producción afectadas por la sequía,
se venían recuperando lentamente, con una débil y baja brotación. Los replantes que
se hicieron en los años 2020-2021, sufrieron las mismas consecuencias debido a la
escases hídrica, y se pronostica que tardaran 4 años para una recuperación total.
Las condiciones climáticas para la brotación fueron muy favorables durante el mes de
septiembre hasta el 20, 25 de octubre, con buena temperatura, el suelo con humedad
ideal y sin la presencia de plaga. Luego, las noches se volvieron muy frías, la brotación
se detuvo totalmente e incluso se pudo observar en varios yerbales, como los brotes
tiernos eran totalmente desfoliado producto del ataque de ácaros (el cultivo es muy
sensible a la amplitud térmica). Pasado ese tiempo, comenzó la segunda brotación y
hoy vemos yerbales muy brotados, pero con brotes muy tiernos, esto supone que se
complicará la cosecha del mes de diciembre.
Preocupa la presencia del taladro grande de la yerba mate, también llamado tigre,
kiritó, plaga cada vez más frecuente y en cantidades sorprendentes.
Forestal:
Las forestaciones vienen expresando diferentes síntomas que permiten ver la gravedad
de la situación, reflejado en algunos casos en pérdidas de hasta el 7% del patrimonio
forestal, variando desde una afectación en la tasa de crecimiento de las plantaciones
hasta la mortandad de estas. Asimismo, el estrés de las plantas producto del déficit
hídrico hizo que se produzca un aumento en el ataque de plagas.
Esta situación también repercutió en el sector resinero, específicamente en la calidad
de la producción de miera; afectando el precio de esta.
Hay que sumar a esto, el latente peligro de ocurrencia de incendios que impide el
normal desarrollo de las actividades necesarias para el establecimiento de nuevas
plantaciones. Lo que ha repercutido de manera directa aumentando los costes y los
tiempos necesarios para la habilitación de lotes de reforestación, registrándose en
promedio una baja del 30% en el ritmo de establecimiento de nuevas plantaciones de
las campañas 21/22.
A consecuencia, la noción de riesgo del negocio forestal productivo de la Provincia se
ha «disparado» a niveles críticos, traducido en una menor intención de continuar con la
actividad y sustituyéndola por otros cultivos de interés.
Arroz:
Esta frente a una situación crítica. Las últimas campañas se caracterizaron por escasas
precipitaciones, lo que en su balance acumulado trajo como consecuencia una
reducción del agua disponible para riego.
Los productores, atentos a los pronósticos, informaron una reducción en el área de
siembra para esta campaña 22/23 que se estima, será de aproximadamente 65.000
has, una caída del 35% respecto al ciclo anterior.
En la siembra, se dio una particularidad, sucedió que más allá de haberla realizado en
época correcta, la falta de precipitaciones y temperatura en septiembre y octubre
retrasaron los nacimientos por 30 días o más, concentrando la emergencia y su
correspondiente demanda de riego con las siguientes “camadas”. De por sí es difícil
atender el riego de una alta concentración de superficie y mayor aún es hacerlo con
falta de agua y alta evaporación. Por ello, lamentablemente, ya se está comenzando a
abandonar lotes por no poder llegar con el agua.
Recordemos que la campaña pasada afectó fuertemente esta producción,
obteniéndose rendimientos insuficientes para cubrir los costos, situación que se
acumula a la actual y agrava. El grueso de la producción se exporta a un tipo de cambio
ficticio que llevara al quebranto de muchos productores.
Ganadería:
Hasta aquí, las condiciones climáticas, no propiciaron el crecimiento de los pastizales
con es habitual, por lo que falta volumen y calidad.
Las aguadas naturales se están secando, los ríos interiores reducidos en su caudal y las napas
subterráneas cada vez más profundas, lo que dificulta y encarece la extracción de agua.
El stock ganadero provincial prácticamente no ha bajado, dato que enciende una luz de
alarma dado el contexto.
El ganado presenta una inferior condición producto de la situación de arrastre antes
descripta. Menos celo en los rodeos se traducirá en menos terneros, no se lograrán los
objetivos de peso en los engordes y recrías, peor aún, hay riesgo de mortandad de
animales.
De forma excepcional y atípica para la época del año, los productores han comenzado
a revisar sus cargas haciendo ajustes conforme la menor oferta forrajera y se hace
necesario realizar inversiones extraordinarias en aguadas, forraje y el uso de
herramientas como los destetes anticipados y suplementaciones, entre otros.
El valor de la hacienda no acompaña la inflación, mostrando un atraso en el ajuste del
precio del ganado en pie, con una fuerte tendencia a la baja por el poco interés de los
compradores.

Foto Gentileza

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