Pueblo Libertador celebra el Día del Bombero Voluntario con reconocimiento hacia quienes, desinteresadamente, dedican su tiempo y energía al servicio de la comunidad. Entre ellos se encuentra María Fernanda Pedemonte, una de las tres mujeres que integran el cuartel local, con más de dos décadas de entrega y compromiso.
En diálogo con nuestro programa, María Fernanda compartió su experiencia y sentimientos en este día tan especial:
“Muchas gracias, en nombre mío y de mis camaradas”, saludó con calidez al comenzar la entrevista.
La jornada comenzó la noche anterior con una cena entre compañeros y el tradicional toque de sirena, que simboliza el compromiso y la unidad del cuerpo de bomberos del pueblo.
Con 21 años de servicio, María Fernanda recuerda qué la motivó a formar parte de este grupo:
“Desde chica me gustaba. Primero pensé en ser policía, pero siempre quise estar al servicio de la gente. Cuando se creó el cuartel, me anoté enseguida”.
Aunque fue una de las primeras mujeres en integrar el cuerpo, su determinación fue clave:
“Al principio me costó, pero me puse firme y me quedé. No tuvieron otra que aceptarme”, relató entre risas.
A lo largo de los años, vivió experiencias marcantes. Una de ellas, incluso antes de ser bombera, fue fundamental:
“Mi sobrina se descompuso en casa. Yo sabía algo de RCP por el profesorado de Educación Física, y eso me ayudó a actuar. Ahí sentí que tenía que estar en esto”.
En su labor como bombera voluntaria, ha participado en numerosos accidentes e incendios, aunque reconoce que actualmente se encuentra más activa en tareas internas, tras atravesar una enfermedad. Sin embargo, su amor por el cuartel sigue intacto:
“Lo más lindo es estar en el cuartel, compartir un asado, las guardias… eso es lo que más disfruto”.
María Fernanda cumple guardias los días jueves, turnos de 12 horas que muchas veces se extienden. La coordinación entre compañeros permite cubrirse mutuamente cuando es necesario.
Respecto al trabajo diario, comentó:
“Ahora hay más accidentes que incendios, pero en verano siempre estamos en alerta. Contamos con buenos equipos y recientemente se sumó una unidad de traslado para asistir cuando no hay ambulancias disponibles”.
Actualmente, el cuartel está bajo la jefatura de Gabino Niño, secundado por Facundo Gómez, con la comisión presidida por Víctor Ayala y Francisco Segovia como tesorero.
Antes de despedirse, María Fernanda saludó afectuosamente a sus compañeros de Pueblo Libertador y también a los bomberos de Esquina:
“Un saludo muy, muy grande a todos mis camaradas. Gracias por el reconocimiento”.
La vocación no se impone, nace y se sostiene con coraje, como lo demuestra cada día María Fernanda Pedemonte y todos los bomberos voluntarios del país. ¡Feliz día y gracias por su servicio!