La expectativa crece en Esquina a pocas horas de que comience la serie final del torneo triangular de básquet de primera división. Mario Jazmín, capitán de la Sociedad Sportiva Esquinense, compartió sus sensaciones y su preparación para el clásico que inicia esta noche, al mejor de tres partidos.
«Me siento bien, gracias a Dios, después de casi 10 días de reposo por un tirón que sufrí en el último clásico a los dos minutos. Probé la parte física en alta intensidad y estoy recuperado», explicó Jazmín. Su ausencia en el partido anterior fue notoria, especialmente en el orden del juego, un aspecto que, según él, afectó al equipo: «Nos faltaron jugadores y eso influyó mucho en el ataque, pero estamos trabajando para mejorar el orden».
Sobre cómo encarar esta final, Jazmín destacó la importancia de la paciencia y el enfoque defensivo: «Es un clásico y se juega a todo o nada. Debemos tener tranquilidad, volumen de juego y fortalecernos en defensa porque sabemos que el rival está jugando muy bien y tienen una camada que se entiende desde hace años».
En cuanto a la falta de efectividad ofensiva en el último partido, el capitán aseguró que el equipo está afinando su puntería: «Estamos trabajando en seleccionar mejor los lanzamientos y elegir al jugador que esté mejor posicionado en cada momento del juego».
A pesar de ser visitantes en el primer encuentro, Jazmín confía en el apoyo de los hinchas: «El público siempre está presente y eso hace un buen espectáculo. La localía no se siente tanto porque la gente está de ambos lados alentando».
La serie promete ser intensa, con dos equipos que llegan con expectativas altas y la pasión de un clásico que asegura emociones desde el primer minuto.
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