Con su casa rodante como hogar y la ruta como destino, Mario y Patricia, una pareja oriunda de Villa Nueva, Córdoba, llegaron a Esquina y quedaron encantados con la calidez de su gente y la belleza del lugar. “Recorremos todo el país, pero este lugar —y no porque estemos acá— se lleva el premio”, aseguraron emocionados.
Ambos llevan años viajando por Argentina en su motorhome completamente equipado, con cama de dos plazas, baño náutico, cocina, heladera, lavarropa, freezer, sistemas de energía solar y hasta espacio para guardar la pesca que tanto disfrutan. “Es un mini departamento, una usina sobre ruedas”, describieron con orgullo.
Su historia de viajeros comenzó con mochila al hombro, luego en moto, hasta que en 2019 decidieron comprar la casa rodante. “Al principio no quería, pero ahora no me bajo”, dice Mario entre risas. La pareja ha recorrido todo el país, incluyendo paisajes como la cuesta de Lipán, el Salar de Jujuy, las ballenas en Puerto Madryn y la pingüinera de Punta Tombo. “Argentina es increíble, cada rincón tiene algo especial”, afirmaron.
Su paso por Esquina no fue uno más: planeaban quedarse un par de días, pero el recibimiento los hizo extender su estadía. “Nos han tratado tan bien, con tanto cariño, que decidimos quedarnos el fin de semana y quizás algo más”.
Además de compartir anécdotas inolvidables, como viajar con su nieta o ser visitados por su hijo en San Blas, destacaron lo más importante que aprendieron en el camino: la solidaridad de la gente. “Dos veces se nos rompió el vehículo, y en ambas apareció ayuda de inmediato. Es increíble la empatía que hay en las rutas”, contaron.
Como mensaje a otros que sueñan con viajar, Patricia y Mario fueron claros: “Hay que animarse. Todo sirve para viajar: una combi, un rastrojero, hasta un Clio. Lo importante es parar, mirar y dejarse sorprender”.
La pareja seguirá su camino, pero Esquina ya los espera para una próxima vuelta. “Mientras nos den el carnet, no pensamos bajarnos”, aseguraron con una sonrisa.
por Deborah Ciorceri