En pleno rebrote de sarampión a nivel mundial, el Gobierno de Mendoza denunció a 10 padres de niños que no cumplieron con el esquema vacunatorio obligatorio, según confirmaron fuentes oficiales de la provincia.
“El Gobierno está haciendo cumplir una ley que está vigente, que establece que las vacunas en nuestro país son obligatorias“, aseguró Iris Aguilar, directora de Inmunizaciones, en diálogo con Canal 7.
Según dio cuenta el diario Los Andes, se trata de las primeras presentaciones formales que se dan ante la Justicia por este tema, luego de que la provincia impulsara en agosto la Resolución 2572 que permite sancionar a padres, tutores o cuidadores que se nieguen a cumplir con el calendario obligatorio de vacunación.
A partir de esta resolución, se establece, por protocolo, que la vacunación debe realizarse incluso cuando los adultos a cargo de los menores no lo autoricen.
El procedimiento comienza con la detección del caso, su registro, la notificación formal y la explicación de las consecuencias legales. A partir de allí, se otorgan 30 días para completar las dosis pendientes y acreditarlo ante las autoridades, mientras el sistema de salud supervisa el cumplimiento. Si pasado ese plazo la vacunación no se concreta, se activa el proceso sancionatorio: se notifica al Equipo Técnico Interdisciplinario, se formula la denuncia correspondiente y se aplican las sanciones previstas en el Código Contravencional.
La legislación provincial establece multas que pueden ascender a los $300.000 y también contempla penalidades que van desde el trabajo comunitario hasta arrestos de cinco días.
De acuerdo a lo planteado por la funcionaria provincial, los casos denunciados corresponden principalmente a menores en edad de ingreso escolar que no fueron inoculados contra enfermedades como las de sarampión y polio, dos patologías prevenibles.
El accionar del Gobierno provincial busca evitar la reaparición de patologías como el sarampión, que se considera eliminada desde 2016. Sin embargo, en el último tiempo comenzaron a sonar las alarmas en el país por el brote activo que se evidencia en los países de vecinos como Brasil, Uruguay y Paraguay y en medio de del avance de casos que se reportaron en los últimos días en Estados Unidos.
Según precisó Los Andes, la iniciativa también se vio motivada por la muerte de siete bebés por tos convulsa en las provincias de Buenos Aires y Entre Ríos.
La tos convulsa es una infección altamente contagiosa causada por la bacteria Bordetella pertussis, que afecta principalmente lactantes y niños menores de un año. Si bien su mortalidad es baja, la falta de vacunación puede derivar en bronconeumonía, convulsiones, apnea, cianosis o daño neurológico cuando no se diagnostica a tiempo en pacientes sin protección inmunológica.
El avance de esta enfermedad, también conocida como coqueluche o pertussis, encendió una alarma sanitaria en el Ministerio de Salud de la provincia de Buenos Aires, que días atrás advirtió sobre la baja cobertura de vacunación en el territorio.

