El obispo de Goya, monseñor Adolfo Canecin, presidió la misa en la 59° Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales en la Catedral de Goya. “Muchos comunicadores se sitúan en algunas de las orillas o en el fondo de las grietas y desde allí siguen profundizando” por eso “sean sembradores de amistad y no de enemistad” expresó el diocesano ante la presencia de los periodistas y trabajadores de medios de comunicación social.
Pensando en el Jubileo que celebramos este año, el obispo recordó que el Papa “llama a ser sembradores de esperanza” por eso, teniendo en cuenta, “la importante misión que les toca cumplir a los comunicadores, los invito a ser sembradores de amistad y no de enemistad”.
“Vemos muchos programas y escuchamos, a veces, a muchos comunicadores que se sitúan en algunas de las orillas o en el fondo de las grietas y desde allí siguen profundizando” por eso, en su escrito que dejó el Papa Francisco insiste en “desarmar” la comunicación, y “purificarla de la agresividad”, recordó el obispo.
Invitó a los comunicadores a “tender puentes de encuentro y de comunión”, y en esa línea a “saber escuchar a todos, saber generar la amistad social y generar la cultura del encuentro”.
“En esta época donde las tecnologías irrumpieron de una manera inusitada, sobre todo, con la inteligencia artificial, tenemos que descubrir las posibilidades que tiene, pero, también tenemos que estar alerta, por los límites” y abogó por un marco “ético y moral donde se hace necesarios protocolos adecuados que regule” la IA.
Sobre la inteligencia artificial profundizó señalando: “Esta nueva obra de la inteligencia humana, que es en el fondo obra de Dios a través de la labor humana, puede volverse en contra del ser humano y en contra de la humanidad. Hay personas o grupos que la usan no para el bien común, sino para el bien personal” advirtió el obispo.
“Que hermosa misión tienen los comunicadores, pero que delicada es la tarea” dijo más adelante en su predicación.
El obispo destacó que el Santo Padre en su mensaje llama a “ser testigos y promotores de una comunicación no hostil, que difunda una cultura del cuidado, que construya puentes».
“Queridos hermanos comunicadores, desde una profunda mansedumbre, siembren la esperanza, en medio de una realidad difícil, que nos duele y nos cuesta”, y animó a “descubrir la importancia de caminar juntos”.
Concluyó su homilía invitando a los fieles a orar por todos los comunicadores sociales, para que “se haga realidad el servicio del encuentro entre personas, basada en el respeto mutuo y en la escucha”.-
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