A pesar de un inicio demorado por una intensa lluvia de 160 milímetros, la campaña de sandía en la zona de Villa Oristía ya está en marcha y presenta frutas de muy buena calidad. Juan Ramón Jara y su hijo, productores de la zona, destacaron que este año la fruta “llegó tarde, pero llegó linda”.
Las familias Jara trabajan variedades híbridas como Bárbara y Exedra, cuyo peso oscila entre los 8 y 16 kilos, con un promedio actual de alrededor de 13 a 16 kg por pieza. “Es una fruta muy dulce, muy roja y de muy buena calidad”, explicó Juan Ramón.
Trabajo diario y costos de producción
El productor remarcó que no existe ningún secreto especial, sino mucho trabajo diario en la chacra, desde la preparación del suelo hasta el control de malezas e insectos. Las variedades híbridas requieren comprar semillas nuevas cada año, lo que representa una inversión importante.
“Antes se guardaba la semilla, pero ahora ya no sirve. Un sobre cuesta entre 90.000 y 100.000 pesos, y las latas entre 200.000 y 260.000 pesos”, explicó. Cada sobre rinde unas 1.000 plantas y cada lata 4.000, lo necesario para implantar alrededor de una hectárea.
La producción de la familia se desarrolla en Villa Oristía y zonas arenosas cercanas como Loma Sandía.
Buena demanda y ventas directas
La venta comenzó hace dos días y la respuesta de los consumidores fue inmediata. “Salí y vendí una barbaridad. La gente pregunta si es sandía de Esquina, y cuando confirmamos, la llevan sin discutir precio”, contó el hijo de Jara. Turistas y vecinos se acercan al puesto ubicado frente al matadero municipal, donde se comercializa la fruta directamente del productor.
La sandía grande, de unos 15 kilos, se vende a $10.000, mientras que las de aproximadamente 13 kilos se ofrecen a $7.000. “Es una fruta familiar. Una sandía alimenta a toda una familia, y a veces hasta a los vecinos”, señalaron.
Una vida dedicada al campo
La familia Jara lleva toda una vida dedicada a la producción. Comenzaron con tabaco, luego algodón, siguieron con horticultura y hoy se enfocan en la sandía. “Es un trabajo sacrificado. Se arranca al amanecer y se trabaja hasta que el sol lo permite. Pero al que le gusta, le resulta hermoso”, expresó el productor.
Envíos al mercado
Además de la venta local, parte de la producción se comercializa fuera de la provincia. Ayer se cargó un camión con destino al mercado de Santa Fe, y esperan continuar enviando fruta durante toda la temporada.
Melones también en oferta
En el predio también se ofrecen melones de variedades como el escrito y el criollo, con precios que van desde $2.000 a $4.000, según el tamaño.
Los productores invitan a vecinos y turistas a acercarse al puesto ubicado en Villa Oristía, frente al matadero municipal, para llevar sandía y melones frescos de producción local.

