La investigación por el hallazgo del cuerpo de Diego Fernández Lima, desaparecido en 1984 y hallado hace dos meses, rápidamente se centró en Cristian Graf, compañero de colegio de la víctima y actual propietario del inmueble donde se encontraron los restos. Tras semanas de silencio, el principal señalado decidió hablar públicamente y dar su versión de los hechos. En una entrevista televisiva realizada en el patio de su casa, negó rotundamente cualquier participación en la muerte de Fernández Lima y expresó su desconcierto ante la aparición del cuerpo en su propiedad.
En diálogo con TN, Graf afirmó: “No sabemos cómo llegó Diego ahí”. Así, intentó despejar las sospechas que recaen sobre él y su familia, y aseguró: “Nadie de la familia no fue” (sic). Ante la insistencia del periodista sobre si sugería que el cuerpo fue enterrado en el terreno lindero, Graf respondió afirmativamente: “Sí, tal cual”.
Graf se esforzó por demostrar que los restos fueron encontrados en el terreno vecino, y argumentó que estaban ubicados debajo de la medianera, en una zona que antes pertenecía a la propiedad contigua. “Cómo pasó no sé”, agregó e insistió en que tanto él como su familia tienen “la conciencia limpia”. Incluso sugirió la posibilidad de que alguien “le plantó el cuerpo” de Fernández Lima, dado que solo fueron compañeros de estudio.
Graf minimizó su vínculo con Fernández Lima y sostuvo que solo coincidieron durante un año en la ENET 36. “Él repitió y yo pasé a tercer año. Cuando terminé ese año me cambié de colegio”, explicó. Negó rotundamente tener una relación de amistad con Diego y desmintió los rumores sobre un interés compartido por las motocicletas. “Mi hijo estuvo un momento arreglando motos antes de la pandemia, pero yo jamás. Lo mío es electricidad, electrónica y redes de comunicación”, intentó aclarar.
Durante la entrevista, Graf manifestó en varias ocasiones “no recordar” ni cómo era Fernández Lima ni el momento de su desaparición. “De ninguno de los compañeros me acuerdo, porque yo tenía otro círculo de amigos y por eso no me vinculaba con los chicos del colegio, tanto en secundaria como antes y después”, se justificó. Aseguró que Diego “jamás” lo visitó en su casa y que “tampoco conozco a la familia”. “No tengo enemigos”, resaltó.
Ante la pregunta de si cree que le plantaron el cuerpo, Graf fue tajante: “La verdad que sí. De una forma u otra está. Al pobre muchacho alguien lo enterró ahí y salió a la luz ahora por la obra, si no nunca más te hubieses enterado. Es terrible”. Además, dijo que siente “angustia e impotencia”.
Cuando el periodista le preguntó si descartaba la posibilidad de que su padre estuviera involucrado, Graf respondió: “Obvio que sí, es mi papá, no puede ser. De la familia nadie. Ni se me ocurriría pensar eso”.
Graf relató cómo se enteró del hallazgo: “Estaba trabajando y me llamó mi hermana para decirme: ‘No sabés lo que pasó’”. Continuó: “Me dijo: ‘Me tocó el timbre el arquitecto porque encontraron huesos humanos’. Y mi hermana le dijo ‘que no era un familiar’ y le dijo que llamara a la Policía. Así pasó”.
Según su versión, al llegar a su casa vio a los efectivos policiales: “Quise ver dónde habían encontrado los huesos y vi policías que no nos dejaron pasar”. “No entendía nada. No tenía razón de ser”, añadió y aseguró: “Con los obreros tuvimos charlas de nada en especial, ninguna teoría. Escuché que habían dicho que había traído tierra cuando hice esa famosa pileta, pero cómo iba a traer un camión y vos sacás tierra, no entrás”.
Graf se mostró molesto por la forma en que los medios de comunicación trataron el caso. “Los medios lo dieron como caso cerrado porque claro, como vieron que habíamos sido del mismo colegio”, dijo. “Da bronca porque al saber que no sos vos te acusan de algo que no es. Es eso”, agregó y afirmó que se siente protagonista “de una causa que no es mía y que salpica a todos lados”.
También expresó su pesar por la familia de Fernández Lima: “Lo lamento mucho por ellos, me hubiese gustado tener alguna respuesta para ellos para que sepan qué pasó, pero no la tengo ni nadie de mi entorno la tenemos”. El sospechoso, acompañado de su mujer y de sus abogados, dijo que “el que me conoce me va a creer y va a haber gente que no”. “Quiero caminar tranquilo y darle un alivio a la gente”, reflexionó.
Este contenido fue producido por un equipo de LA NACION con la asistencia de la IA.