Una estructura ferroviaria perteneciente a Trenes Argentinos se derrumbó sobre el cauce del río Salado. El suceso involucra al puente rural de Chivilcoy y 25 de Mayo, una construcción en desuso desde 1994 y considerada patrimonio histórico por su antigüedad. El colapso ocurrió en un contexto de crecida del río debido a las intensas precipitaciones en la región.
Un puente ferroviario con más de 100 años de antigüedad colapsó sobre el río Salado, en una zona rural ubicada entre los partidos bonaerenses de Chivilcoy y 25 de Mayo. La estructura, propiedad de la empresa estatal Trenes Argentinos, se encontraba fuera de servicio desde 1994.
Su función original era conectar las estaciones de Gorostiaga y Anderson, pertenecientes al Ferrocarril Sarmiento. Fuentes consultadas por LA NACION indicaron que la construcción era considerada un patrimonio histórico para la comunidad. Años atrás, existió un plan para su retiro, pero la iniciativa se habría cancelado por la oposición de vecinos que lo utilizaban para el tránsito local.
El factor principal del derrumbe fue la presión ejercida por el gran caudal de agua que registra el río. Las intensas lluvias recientes provocaron una crecida extraordinaria en la zona.
Fuentes consultadas señalaron que en las cercanías del puente no se realizaba dragado. La medida, que se aplicaba 200 metros antes y 200 metros después de la estructura, buscaba prevenir problemas de erosión en sus bases.
El derrumbe se enmarca en una compleja situación hídrica en el centro oeste bonaerense. Un informe reciente de la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (Carbap) detalla la magnitud del problema.
El reporte indica que unos dos millones de hectáreas se encuentran bajo el agua. El área total comprometida por las inundaciones asciende a tres millones de hectáreas en la zona, lo que explica la extraordinaria crecida del río Salado y la presión que ejerce sobre las infraestructuras.
Productores rurales del partido de Roque Pérez reclamaron días atrás una obra de emergencia en el puente vehicular de la ruta nacional 205. La estructura, según los afectados, funciona como un verdadero “cuello de botella”. Impide el normal escurrimiento del agua y mantiene anegados más del 90% de los campos de la zona desde hace más de cinco meses.
Los productores enviaron una nota a la Dirección Provincial de Hidráulica para solicitar una intervención. El gobierno bonaerense aclaró que la obra es de jurisdicción nacional. El puente forma parte de una etapa del Plan Maestro del Salado que corresponde a la Nación.
En la nota enviada, los productores remarcaron: “Desde hace más de cinco meses, nuestras explotaciones se encuentran con más del 90% de la superficie bajo agua, producto de que el actual puente resulta insuficiente para permitir el escurrimiento normal del cauce del tramo en cuestión”.
El texto añade: “El problema afecta directamente a la producción agropecuaria y a la economía regional, poniendo en riesgo fuentes de trabajo y el abastecimiento de alimentos”.
Este contenido fue producido por un equipo de LA NACION con la asistencia de la IA.