LOCALES

Recordarán la pascua del Obispo Alberto Devoto, el Apóstol de los Pobres

Con una misa se conmemorará el 38º aniversario del trágico fallecimiento del primer Obispo de Goya, monseñor Alberto Pascual Devoto. El actual obispo Adolfo Canecin, presidirá una misa concelebrada en la Catedral este jueves a las 19.30; lugar donde se encuentra la tumba del denominado, “Apóstol de los Pobres”. Habrá una misa a las 15, en el paraje “El Carmen”, donde ocurrió el accidente.

Al finalizar la misa se rezará un responso. El templo catedralicio permanecerá abierto durante el día, donde todos los años en este día, muchos goyanos  pasan por la tumba del extinto obispo para dejar su oración.

Hace 38 años de su partida y sigue tan vigente su lema episcopal que lo identificó «Yo siempre estaré contigo».

 Alberto Pascual Devoto nació el 17 de mayo de 1918 en Buenos Aires y  murió en Goya el 28 de julio de 1984, el mismo día que fuera bautizado.

Monseñor Devoto está vivo en el pueblo correntino y es un símbolo de una iglesia que se jugó por los crucificados del sistema.

El 6 de diciembre de 1942 se ordenó como sacerdote y el 17 de setiembre de 1961 fue designado obispo. Se entrevistó con Juan XXIII, “el Papa bueno” y el 29 de octubre de 1961, fue designado obispo de Goya.

TESTIMONIO DEL PADRE ZINI

“Pero quizás lo que más me llegó fue tu permanente testimonio de humildad y sencillez de tus humanas debilidades. Tus ganas de aprender, tu humildad de preguntar, escuchar y anotar en tu famosa libretita verde aquellas cosas que veías o te decían en tus continuas giras pastorales. Más algún chistecito de vez en cuando”, escribió el padre Julián Zini.

El mismo que reunió cien calificativos que escuchó de la boca de la gente sobre la persona de devoto.

“Actualizado, tu teología era la del Vaticano II, Medellín, San Miguel y Puebla…. amenazado, especialmente durante el proceso, puesto que buscaban amedrentarte y que te fueras del país. Calumniado, como el obispo rojo, hereje, tercermundista, zurdo, comunista…coherente, porque predicabas lo que creías y vivías lo que predicabas…” destaca el padre Julian Zini

“Compasivo, recorriste las cárceles del país visitando a tus feligreses presos… comprometido, con el reinado de Jesucristo y la transformación de la realidad…” al tiempo que destaca que fue un hombre “libre, frente a los poderes de este mundo, por eso, renunciaste públicamente a la asignación del estado”.

Recuerdan que fue “solidario, con todos los que luchan por la justicia y la verdad, especialmente con el campesinado que empezó a ponerse de pie con el Movimiento Rural y las Ligas Agrarias. Viajero, incansable, “tengo las valijas preparadas”, solías decir…” apunta Julián Zini.

AMENAZADO

En setiembre de 1976, Monseñor Albert Devoto denunciaba las amenazas de muerte contra su persona, diciendo “…No podemos ignorar que en el panorama de la iglesia en América latina, también a nuestra iglesia local en Goya, nos toca atravesar por la prueba de la persecución. Una persecución que ha comenzado suavemente y que se ha ido acentuando cada día, buscando y encontrando siempre algún pretexto para llevarla adelante” dijo.

“Una iglesia que proclama el evangelio y trata de hacerlo realidad en su propia vida, es una iglesia que tarde o temprano va a experimentar que se cumplan en ella las palabras de Jesús: Así como me han perseguido a mí, también los perseguirán a ustedes. Y esa hora ha llegado” escribió el Obispo.

“Sé que se van a decir muchas cosas de mi y de los verdaderos cristianos, laicos, religiosos y sacerdotes de la diócesis. Pero más allá de todo lo que los hombres puedan decir, está el juicio de Dios que conoce a fondo el corazón de cada uno…”, apuntaba.

Alberto Devoto, en la Navidad de 1979, denunció la situación del campesinado, la calificaba como “dolorosa” y que se “viene atravesando desde hace tiempo”.

“Si la iglesia callara, también ella se haría cómplice de lo que constituye una “situación de pecado”, que sin ninguna duda es contraria al designio de Dios. Por momentos, uno tiene la impresión de que hay una política sistemática para obligar a los agricultores a que abandonen la tierra en que viven y que han trabajado con tanto esfuerzo y sacrificio, para ser luego absorbidos por el anonimato de las grandes ciudades” decía su misiva pastoral.

VOTOS DE POBREZA

En 1976, monseñor Alberto Devoto hizo votos de pobreza y  escribió: “La creciente de 1966 me hizo conocer de cerca la miseria de mucha gente, miseria que yo ni siquiera imaginaba, y eso ha marcado mi vida, convencido de que la iglesia no puede quedar indiferente ante tanta gente que vive en condiciones infrahumanas”, sostuvo entonces.

Cuando el obispo murió, muchos intereses celebraron su partida. Sin embargo, Monseñor Alberto Devoto sigue andando en las necesidades de su pueblo y en los sueños inconclusos de varias generaciones que lo siguen descubriendo como guía existencial.

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