Monseñor Adolfo Canecín hizo memoria agradecida del primer obispo de Goya y destacó las virtudes y características de su pastoreo que hicieron que fuera considerado un «Apóstol de los pobres».
El obispo de Goya, monseñor Adolfo Canecín, presidió una misa en el Paraje El Carmen, sobre ruta nacional 12, en el kilómetro 708, lugar del accidente donde murió monseñor Alberto Pascual Devoto, denominado de las tres cruces, y concelebraron los presbíteros Juan Carlos Mendoza y el diacono Hugo Florentín.
A las 15 se celebró una misa donde se produjo el accidente en el que murió monseñor Devoto. A las 19.30, en la catedral Nuestra Señora del Rosario será la otra misa. “Alberto Devoto fue un pastor fiel”, y renovó el llamado a “mantener viva su memoria” que ayudará a hacer un discernimiento comunitario” y animó a imitar su “fidelidad a la Palabra de Dios”.
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