Sigue la espera por el puente en el Guazú
Las poblaciones del Interior esperan por obras viales en rutas nacionales diversas que les brinden seguridad y fluidez a la hora de transitar, tanto a sus residentes como para quienes circulan eventual o habitualmente en territorio correntino.
Una de esas rutas es la Nacional 12, entre Esquina y Goya, donde en 2017 por la crecida del arroyo Guazú la correntada hizo colapsar el puente e incluso fue motivo de un siniestro en la noche siguiente al derrumbe, en el cual perdió la vida un hombre precedente de Andresito, Misiones, al caer el vehículo que conducía a las bravías aguas en compañía de su esposa, que logró salvarse.
Desde entonces se gestó el proyecto para la construcción de un nuevo viaducto, al que los habitantes de la zona aguardan con expectativa su terminación, porque desde ese año deben circular por una estructura Bailey.
Si bien se estimó que para mayo se terminaría la obra, como lo consideraron funcionarios de la Dirección Nacional de Vialidad, finalmente no se conseguirá ese objetivo, al menos por un mes más, como promedio, comentaron ayer extraoficialmente a EL LIBERTADOR desde la empresa Premoldeados San Luis (PSL), a cargo de los trabajos.
De hecho, en imágenes que facilitó el diario digital Actualidad Esquina a este medio registradas en la tarde de este domingo se observa que aún resta importantes ejecuciones en la calzada que unirá la estructura sobre el arroyo y la traza de la ruta sobre tierra.
«El hormigón que se debe volcar debe dejarse fraguar por unos 20 días como pide Vialidad», dijeron en la constructora, «así que podemos decir que en un mes promedio y hasta un poco más pasará» para concluir el proyecto.
El puente Guazú, más conocido como Santa Rosa, ubicado sobre la Ruta Nacional N° 12, que une las dos grandes ciudades del Suroeste correntino se desmoronó en medio de una lluvia torrencial el 8 de julio de aquél año.
Era parte de un complejo de puentes ubicados «sobre el río Corriente, más específicamente sobre el arroyo Guazú, de unos 70 metros de largo, de los cuales se desprendieron aproximadamente 40 metros» y la caída ocurrió «a las 9 de la mañana durante una lluvia torrencial», declararon en aquella jornada funcionarios del organismo vial de ese momento.
El colapso no sólo tuvo que ver con la presión y el caudal de la crecida, «sino con un problema de infraestructura, porque nunca tuvo mantenimiento desde que fue construido», dijeron.
Tras la ruptura, se instaló un puente Bailey que se trajo de Entre Ríos, pero que no fue de inmediato porque hubo que considerar varios factores en su instalación, como por ejemplo, más pilotes por la longitud del paso, lapso en que los ciudadanos cruzaban sobre el torrentoso cauce en lanchas.
Ahora esperan que después de tantos años llegue el día de hacerlo por el puente nuevo.
TIERRA GRATIS
En otro orden, la firma constructora PSL y el responsable de Seguridad e Higiene de la obra del puente, Mario Fratti comunicaron que se puede retirar de modo gratuito tierra que queda de la utilizada en el terraplén que se levantó para la ejecución de los trabajos.
Los interesados pueden realizar las cargas con su transporte de lunes a sábado de 8 a 16, para lo cual en la zona de obra estará disponible en todo momento la maquinaria para realizar las cargas, puntualizó.
Diario El Libertador
Imágenes Juan Escobar