Tendencias Tecnológicas en Seguridad para 2025: La nueva era de la IA
Columna de opinión por Diego Madeo. Director Ejecutivo de Garnet Technology
La inteligencia artificial está marcando el futuro de la seguridad. En 2025, veremos sistemas que no solo reaccionan ante incidentes, sino que los previenen. Cámaras con algoritmos avanzados de reconocimiento facial y de patrones de comportamiento serán capaces de identificar amenazas antes de que ocurran. La IA también será fundamental para gestionar grandes volúmenes de datos generados por dispositivos de seguridad, ayudando a las empresas a tomar decisiones estratégicas más rápidas y precisas.
Mirando hacia el futuro, los avances en microprocesadores seguirán empujando los límites de lo que la IA puede lograr, haciéndola aún más accesible y omnipresente en aplicaciones cotidianas. Con nuevas generaciones de procesadores más eficientes y poderosos, es probable que la IA siga siendo una herramienta clave en la evolución de industrias como la seguridad electrónica
El mundo está en plena transformación tecnológica, y la seguridad no es una excepción. Mientras nos adentramos en 2025, las tendencias en tecnología de seguridad se alinean con una economía global más digital y conectada, impulsada por el avance en semiconductores, redes de comunicación avanzadas y la revolución de la inteligencia artificial (IA).
El desabastecimiento de semiconductores que sacudió al mundo en los últimos años comienza a aliviarse, y con ello, se abren nuevas posibilidades para los sistemas de seguridad. Los chips más pequeños, rápidos y eficientes darán vida a dispositivos más inteligentes y conectados, como paneles de alarmas de última generación, cámaras con procesamiento en el borde y sistemas de control de accesos basados en datos biométricos.
Estados Unidos y Asia lideran esta carrera tecnológica, asegurando que la próxima generación de hardware para seguridad sea más rápida en cuestiones de procesamiento de datos y mucho más avanzada. La incorporación de estos chips en productos de seguridad permitirá un análisis de datos más ágil, sistemas de respuesta más rápidos y la integración de soluciones de ciberseguridad para combatir amenazas en tiempo real.
Redes de comunicación: el impulso del 5G y más allá
Las redes 5G serán el corazón de muchos avances en seguridad en 2025. Desde sistemas de videovigilancia que transmiten imágenes en alta definición sin latencia hasta dispositivos IoT capaces de operar en tiempo real, la conectividad será clave para crear ecosistemas de seguridad más robustos. Además, se espera que el desarrollo de redes como 6G amplíe aún más las posibilidades, con aplicaciones que integren realidad aumentada para supervisión remota y entornos de simulación avanzada para entrenamiento en respuesta a emergencias.
Tecnología sostenible y ética: desafíos para el sector
El camino hacia un futuro más tecnológico debe estar alineado con la sostenibilidad y la ética. El desarrollo de dispositivos de seguridad más eficientes energéticamente, así como la implementación de prácticas responsables en el manejo de datos, será crucial para evitar problemas de privacidad y fomentar la confianza en estas tecnologías. La industria de la seguridad enfrenta el desafío de adaptarse a un ritmo vertiginoso de cambio, pero también de liderar la conversación sobre el uso responsable de la tecnología. En 2025, no solo estaremos más conectados; estaremos más expuestos. Las empresas y gobiernos deberán trabajar en conjunto para asegurar que el avance tecnológico no comprometa los derechos fundamentales de las personas.
En 2025 estamos más cerca de la próxima revolución tecnológica. Impulsados por la carrera tecnológica global, nuestros hijos heredarán un futuro significativamente más digital, sostenible, con inteligencia artificial y orientado al espacio. La tecnología cambiará la estructura de la economía global, cuestión que ya estamos viendo con las cripto monedas. Las nuevas generaciones vendrán con otra estructura de pensamiento basada en el uso de la tecnología y la lógica. Pero debemos ser conscientes de que el uso responsable de las nuevas tecnologías no deben promover la deshumanización o fomentar el aislamiento social.
Es momento de tomar decisiones enfocadas que promuevan una transformación positiva para el mundo que viene, un tema en el que no hay expertos: lo iremos construyendo entre todos. Esto debe motivarnos a un aprendizaje, adaptación y crecimiento constante porque los cambios serán cada vez más veloces.