ROSARIO.- El juez federal de Rosario Gastón Salmain está sospechado de favorecer a estudios de abogados con el pago de multimillonarios reclamos contra el Estado Nacional por demandas jubilatorias, según informaron a LA NACION fuentes judiciales. Lo que se investiga es que su juzgado pasó a ser llamativamente uno de los de mayor volumen de causas previsionales del país con oficios que ordenan pagos millonarios, que son promovidos por unos pocos estudios jurídicos.
La maniobra que se habría montado y que se investiga es la clásica, conocida como fórum shopping. Es una práctica donde una parte en un litigio elige deliberadamente el tribunal o jurisdicción que considera más favorable para sus intereses, en lugar de presentar la demanda en el lugar que correspondería objetivamente según las reglas de competencia. Tras su arribo a Rosario como magistrado en 2023, algunos estudios jurídicos de peso empezaron a recusar supuestamente sin causa a la jueza federal N° 2 Sylvia Aramberri, quien se jubiló hace tres meses, para que sus demandas terminaran en el juzgado a cargo de Salmain.
Esta trama que será expuesta en detalle posiblemente el próximo miércoles por el Ministerio Público Fiscal se suma a otro hecho más lejano en el tiempo, que derivó en que el presidente de la Corte Suprema de Justicia, Horacio Rosatti, pidiera que se abra una investigación contra este juez en el Consejo de la Magistratura, luego de que se detectara que Salmain omitió incluir entre sus antecedentes que fue echado de la justicia federal de Comodoro Py en 2002.
En ese expediente Salmain había sido procesado por falsedad documental, junto a una abogada, y les otorgaron una probation. Como cumplieron las condiciones de ese juicio ambos terminaron sobreseídos por el juez Rodolfo Canicoba Corral que fue quien controló la causa. La resolución que terminó con el despido de este juez revela que “el agente Gastón Salmain tentó a la empleada a violar el sistema informático de la Cámara Federal de la Seguridad Social para que algunas ejecuciones previsionales sean dirigidas al juzgado N° 8 de ese fuero”.
Después de la renuncia y detención –en su domicilio- del exjuez federal Marcelo Bailaque, acusado de favorecer a uno de los principales narcos de Rosario y extorsionar a un empresario, Salmian quedó bajo la lupa. Actualmente, este juez subroga el juzgado federal N°1 de Santa Fe. Salmain había quedado a cargo también de la justicia electoral de Santa Fe, pero en pocas horas fue sustituido. La Cámara Nacional Electoral designó al juez Aurelio Cuello Murúa, que originariamente fue nombrado magistrado federal en Venado Tuerto, para que cumpla esa tarea que es clave a nivel político.
Estos movimientos en la justicia federal de Santa Fe se produjeron de manera vertiginosa, con una fuerte influencia del supremo Rosatti, según indicaron fuentes judiciales. La reacción de la Cámara Nacional Electoral fue clave para que se produjera este nuevo reacomodamiento. Cuello Murúa ocupará ese rol desde “el 18 de julio hasta el 12 de diciembre del corriente año”, señala la resolución N°101.
Estos cambios se pusieron en marcha luego de que Salmain empezara a ser investigado por el Consejo de la Magistratura, un cuerpo que no pudo destituir a Bailaque porque antes de que se constituyera el tribunal de enjuiciamiento el presidente Javier Milei aceptó la dimisión del magistrado a partir del 1° de julio. Como no fue destituido, Bailaque inició los trámites para jubilarse por el régimen especial de Santa Cruz, provincia donde trabajó 14 años e tejió las relaciones con la precuela del kirchnerismo, que a fines de 2007 aportó los votos necesarios en el Senado para la aprobación de su pliego.
Salmain fue designado durante la gestión de Alberto Fernández, aunque su pliego había ingresado durante la gestión anterior, de Mauricio Macri. El nombramiento de este magistrado en Rosario generó desde un principio algunos cuestionamientos por lo bajo, por su cercanía con exagentes de inteligencia.
Lo que trascendió ahora y complica a Salmain es que se conoció que fue echado como empleado del Poder Judicial de la Nación veinte años antes por intentar pagarle una coima a la secretaria de un tribunal contencioso administrativo, donde él mismo trabajaba, para direccionar hacia allí unos expedientes. Luego de que trascendiera esta información, se activaron las alertas, con algo de tardanza, y ahora Salmain va a empezar a ser investigado en el Consejo de la Magistratura.
Rosatti ordenó abrir un expediente para investigar las irregularidades que rodean a la designación de Salmain como juez federal de Rosario, después de que se detectara que había mentido en sus antecedentes laborales y no había declarado que trabajó en el Poder Judicial, de donde fue cesanteado acusado de ofrecer coimas para manipular causas. Parece increíble que este hecho grave haya sido omitido por quienes analizaron su pliego.
El comité para relevar este caso recayó en los consejeros César Grau, del sector de los abogados, y el senador Luis Juez. Grau es el presidente de la comisión de Disciplina y el cordobés, el titular de la Comisión de Acusación. Son ellos los que deben analizar la presentación de este expediente para resolver en que comisión se analizará el caso en base a la gravedad de la denuncia.
Salmain carga con una espesa sombra sobre su espalda, tras desembarcar en Rosario. Este magistrado fue recusado por todos los fiscales en la investigación que tenía como protagonistas a Bailaque y al extitular de la AFIP Carlos Vaudagna, quien en marzo pasado se presentó como arrepentido y la causa dio un giro importante porque admitió que el entonces juez federal, junto con el financista Fernando Whpei habían tramado una extorsión contra el empresario Claudio Iglesias.
Salmain intentó quedarse con todas las causas contra estos imputados. Pero no lo pudo conseguir, luego de que la Cámara Federal de Rosario lo apartara de estas investigaciones. Se había detectado en la segunda pericia del teléfono de Vaudagna que existían diálogos entre el extitular de la AFIP con Salmain.
La recusación de Salmain se produjo en bloque por todos los fiscales que intervienen en estos casos. Lo que plantearon fue que había temor de “parcialidad”, sustentado en el vínculo preexistente que habría entre el magistrado y Vaudagna, del cual habría tomado conocimiento ese Ministerio Público Fiscal a partir de un nuevo peritaje del celular de Vaudagna.
Los fiscales manifestaron que el juez y Vaudagna “tenían un vínculo preexistente que no era profesional ni meramente protocolar, que se hacían favores recíprocos y que se encontraron al menos dos veces (en la sede de AFIP en Rosario y en el café Petit Colon en la ciudad de Buenos Aires, cerca de los Tribunales) cuando se sustanciaba el concurso para la designación de Salmain como juez federal de Rosario.
Tras la detención de Bailaque se abrió otro interrogante en la justicia federal de Rosario. El juzgado federal Nº4 empezó a ser subrogado por el juez Carlos Vera Barros, que ya es titular del Nº3. Este magistrado se va a quedar, por decisión de la Cámara Federal de Apelaciones, con todos los casos del sistema residual, es decir, aquellos que eran previos al nuevo acusatorio, que comenzó a regir el 6 de mayo de 2024. Hay que ver qué decisión toma Vera Barros.
Los fiscales federales comenzaron a revisar viejos expedientes que tenía Bailaque en su juzgado y se empiezan a encontrar con sorpresas. Por ejemplo, a mediados de junio se logró el procesamiento contra ocho militares por el robo de unos 400 fusiles FAL del Batallón Nº603 de Fray Luis Beltrán, un caso que estaba cajoneado desde hacía 14 años por el magistrado. ¿Las razones? Arturo Puricelli era el ministro de Defensa de la Nación cuando se produjo la sustracción de ese armamento que después terminó, en parte, en las favelas de Río de Janeiro. Puricelli era amigo personal de Bailaque en los tiempos en que vivió en Caleta Olivia.
Bailaque tenía varias funciones en la Justicia federal de Rosario. Era magistrado de Garantías del nuevo sistema, titular del juzgado Nº4 y además subrogaba el juzgado Nº1 de Santa Fe, que estaba en manos de Reynaldo Rodríguez. Otro juez que renunció antes de que lo destituyeran, en este caso no por corrupción sino por malos tratos a los empleados.
El juzgado federal de Santa Fe quedó en manos de Salmain, que enfrenta ahora esta investigación en el Consejo de la Magistratura. Pero fue corrido de su función en la justicia electoral. Si la renuncia de Bailaque y su detención abrieron un nuevo capítulo en la justicia federal de Rosario, el rol de Salmain en este proceso genera dudas por los antecedentes que acarrea. Por eso, el rol activo que tuvo el presidente de la Corte Suprema de la Nación apunta a evitar que se genere un escenario similar al que imperaba con Bailaque.
En febrero de este año, este magistrado presentó un hábeas corpus por sentirse seguido o investigado, aunque no presentó pruebas. Mencionó supuestos mensajes de phishing, intentos de geolocalización y un contacto por Telegram que invocó el nombre de su hijo. La presentación fue enviada directamente al Juzgado Federal N° 3, lo que también fue cuestionado por no seguir el canal correspondiente.
El rol de la justicia federal en Rosario fue cuestionado no sólo por el comportamiento de algunos de sus protagonistas, como Bailaque, sino también por la pasividad que tuvo durante más de una década en momentos en que la ciudad sufría un baño de sangre. Las principales causas contra los narcos más poderosos terminaron con condenas en el fuero provincial, por delitos, como homicidios, extorsiones y asociación ilícita, y años después se activaron investigaciones por narcotráfico en el sistema federal. El sistema acusatorio, que rige desde el año pasado, aporta mayor dinamismo y transparencia al sistema, pero se requieren jueces que no despierten dudas ni sospechas.