LOCALES

Vandalismo en el Monumento a la Biblia en la plaza de la terminal

El monumento a la Biblia en la Plaza de la Terminal ha sido objeto de actos de vandalismo, con las letras azules corporativas y en relieve que identificaban el lugar, eliminadas por completo. Este incidente subraya la importancia de cuidar el patrimonio público y respetar la diversidad religiosa.

El texto bíblico que adornaba el monumento decía: «Si mi pueblo se humilla y ora y me busca y abandona su mala conducta, yo escucharé en el cielo, perdonaré sus pecados y los haré prosperar de nuevo.» Este mensaje de conducta moral parece irónicamente reflejar la situación actual, donde la falta de respeto y el vandalismo prevalecen.

El Pastor Luis Vallejos se refirió recientemente al acto de vandalismo que sufrió el Monumento a la Biblia en la Plaza de la Terminal, destacando la importancia de cuidar el patrimonio público y respetar la diversidad religiosa.

El monumento, inaugurado en 2016 durante la gestión del intendente Bianchi, ha sido deteriorado significativamente. «Las letras azules en relieve que decían ‘Monumento a la Biblia’ han sido arrancadas,» señaló Vallejos. Este monumento no solo representa a los evangélicos, sino a toda la comunidad cristiana, incluyendo católicos, testigos de Jehová y mormones.

El Pastor Vallejos expresó su descontento: «Esto es un acto de vandalismo, no solo contra una religión, sino contra toda la comunidad. Las letras originales fueron fabricadas por mi hijo y colocadas con mucho esfuerzo. Utilizamos un material especial para que fuera duradero, pero aun así, las letras fueron arrancadas con herramientas punzantes.»

El vandalismo no solo afecta estéticamente al monumento, sino que también impide futuros planes de embellecimiento y mantenimiento que habían sido acordados entre la comunidad religiosa y la municipalidad. «Teníamos planeado ornamentar con plantas y mejorar la iluminación, pero justo cuando estábamos por iniciar, nos encontramos con que las letras habían sido arrancadas.»

Vallejos lamentó que la actitud destructiva de algunos individuos afecta a toda la comunidad. «No se puede vivir así, encerrados detrás de rejas. La solución no es poner barreras físicas, sino educar a la gente para que cuide y respete lo que es de todos,» dijo.

«Es sorprendente y triste ver este tipo de actos. Es un tema de educación y de conciencia. Este monumento es de todos y deberíamos cuidarlo, independientemente de nuestras creencias religiosas»

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