Argentina, sin mostrar su mejor cara, aguantó la diferencia y venció a Paraguay
El seleccionado dirigido por Lionel Scaloni derrotó 1 a 0 a los «Guaraníes» por el Grupo A del torneo de selecciones. El tanto «albiceleste» fue anotado por Alejandro Gómez en el primer tiempo.
Argentina superó este lunes a Paraguay por 1 a 0 en el estadio Mané Garrincha, de Brasilia, y se clasificó a los cuartos de final de la Copa América Brasil 2021, en el encuentro que cerró la tercera fecha del Grupo A.
El volante Alejandro «Papu» Gómez tuvo su bautismo de gol en el torneo cuando iban 9 minutos del primer tiempo y con eso le alcanzó al equipo argentino para llevarse la segunda victoria en tres juegos tras el 1-0 a Uruguay (el debut fue 1-1 con Chile).
Lionel Messi, del que se especuló hasta último momento con su ausencia, alcanzó a Javier Mascherano en el récord de 147 presencias en el seleccionado. Se supone que el rosarino romperá ese registro en breve y será el jugador con más partidos en la historia con la camiseta albiceleste.
Con este éxito, Argentina se aseguró un lugar en la siguiente ronda, con siete puntos, y también se subió a la cima del grupo en soledad -Chile tiene cinco-, y Paraguay solamente cuenta con tres aunque ya quedó libre.
Argentina, como hace habitualmente con los planteos de Lionel Scaloni, se hizo fuerte desde la posesión y el toque de la pelota sumado a la profundización por las bandas. Así se plantó en la cancha, con Paraguay que lo dejó salir cuando los defensores trasladaron y lo presionó cuando cruzó el medio con alguno de sus futbolistas más talentosos.
Las sociedades se consolidaron rápido: Ángel Di María se convirtió en una verdadera pesadilla para el sector izquierdo paraguayo; Sergio Agüero tuvo una clara en el amanecer; y Alejandro Gómez abrió el marcador tras una asistencia hermosa del ex Rosario Central.
El escenario a pedir de Argentina: gol rápido y a jugar con la desesperación de un rival necesitado. Claro, eso ya se le dio en varias ocasiones durante este ciclo y en muchas se les escaparon las victorias que parecían aseguradas, por lo que lo ideal también pasó a ser un verdadero desafío.
Paraguay inquietó con los cambios de ritmo de Miguel Almirón (ex Lanús) y el desorden defensivo nacional, sin la solidez mostrada siempre por Cristian Romero y algunos desacoples en el retroceso de los laterales.
Cada minuto que pasó le pesó al combinado nacional. El mejor siguió siendo Di María, punzante en los arranques, pero las asociaciones se diluyeron con el aislamiento de los delanteros del medio y con un balón dominado por Paraguay -sin concreción-.
Messi no consiguió romper en el primer cambio de marcha, siempre se encontró con un rival o un corte justo de los defensores. Y al «Kun» se lo notó falto de ritmo, en el final de una temporada en la que casi no jugó entre lesiones y coronavirus en Manchester City.
El fantasma de cada partido se presentó en el complemento y Argentina se vio de a poco metido en el arco de Emiliano Martínez por voluntad propia al no ocupar los espacios en el medio. La prioridad de una línea de mediapuntas sin espíritu de recuperación terminó volviéndose una contra, sobre todo por la falta de conexión entre Gómez, Messi y Agüero después del primer cuarto de hora.
En contraste, los muchachos de Eduardo Berizzo comenzaron a ganar confianza desde el dominio prácticamente absoluto -aunque casi sin pisar el área- y sus defensores gozaron de la soledad de Messi en el ataque desde las entradas de Rodrigo De Paul y Joaquín Correa por dos hombres ofensivos.
La impotencia de Argentina se vio cuando el delantero de Barcelona bajó corriendo para recuperar y cortar un avance rival, en la puerta del área propia, y salió desde allá hasta darse con un foul que le permitió respirar un poco.
Los minutos pasaron, el resultado se tomó como un salvavidas para llegar a los cuartos de final y sobre todo para descansar una semana -frente a Bolivia-, sin viaje a Brasil de por medio, que puede convertirse en más días para algunas de las figuras si Chile no le gana a Paraguay este jueves.