Carlos Coria, abogado, ha decidido ser querellante en la causa del joven agredido en la vía pública en la madrugada del 6 de noviembre. El miércoles, Coria se constituyó como querellante, accediendo al legajo de la causa y obteniendo la declaración de un testigo. Destacó que se realizarán pericias biológicas en el Instituto Médico Forense sobre las evidencias recolectadas por el perito entre hoy y mañana.
La querella está incorporando información a través de un legajo «bastante abultado, con muchísima información audiovisual». Coria explicó que solicitarán otras medidas probatorias para corroborar la denuncia. Su representado tendrá una entrevista frente a la fiscalía el 30 de noviembre.
En relación con el legajo, Coria indicó que hay dos investigaciones, por dos denuncias. La primera se refiere al ataque a la víctima, mientras que la segunda se vincula a amenazas cometidas en el hospital San Roque hacia un pariente de la víctima. Es relevante mencionar que los tres detenidos recibieron una medida de coerción de prisión domiciliaria por treinta días después de la audiencia.
La calificación legal de la formalización de la imputación incluye varias denominaciones, como lesiones, tentativa de homicidio, amenazas, amenazas agravadas por el uso de arma de fuego, además del delito cometido en el hospital. Según explicó el abogado, la calificación puede cambiar durante la investigación, ya sea para empeorar o mejorar la situación de los imputados.
Coria señaló que, según la víctima, no había realizado ningún acto provocador que pudiera explicar el ataque, lo que hasta el momento no revela un motivo claro. La querella buscará medidas probatorias para corroborar esta afirmación y determinar la presencia o ausencia de un motivo para el ataque. La víctima relató que los tres detenidos lo persiguieron para lastimarlo, intentando herirlo con un arma de fuego, golpeándolo con puños y una baldosa. Logró escapar y esconderse en la caja de una camioneta hasta que la ambulancia, alertada por la familia y un amigo del joven, lo atendió. En este caso, según Coria, no parece haber existido una riña, ya que la víctima fue perseguida para ser lesionada o asesinada según su relato.
Coria relató «La víctima al lograr escapar se esconde en una caja de una camioneta hasta que es atendido por la ambulancia que fue avisada por la familia y el amigo del chico» «En este caso me parece que no existió la riña, la riña es muy específica en este caso no, según lo que relata la víctima fue perseguido por tres personas para lesionarlo/matarlo”. El caso cuenta con dos testigos que estuvieron con el joven atacado, por el momento no se conoce si hubo testigos presenciales no involucrados en el hecho.
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