Jonatan López, director técnico del equipo San Martín, no pudo ocultar su emoción tras coronarse campeón nacional en la categoría C-13, luego de una contundente victoria por 6 a 2 ante los Cuervos de Ushuaia. En diálogo posterior al partido, López destacó el desempeño colectivo, la estrategia planteada y, sobre todo, el esfuerzo que hay detrás de cada entrenamiento.
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«Déjame felicitar a los chicos por el tremendo partido que han hecho. Sabíamos que era un rival durísimo, pero también teníamos mucha confianza en nuestros jugadores y en el trabajo que venimos haciendo con ellos», expresó el entrenador visiblemente emocionado.
Uno de los grandes protagonistas fue Mauricio López, autor de varios goles y elegido como el jugador de la final. Su ingreso como titular fue una decisión clave por parte del cuerpo técnico.
«Él venía entrando desde el banco, pero junto al cuerpo técnico decidimos que hoy valía la pena probar. Sabíamos que estaba en condiciones y respondió al 100%».
Consultado sobre sus sensaciones tras ver la goleada 11-1 de los Cuervos en semifinales, López fue sincero:
«Se te cruzan muchas cosas por la cabeza, pero yo siempre confié en los chicos. Cada partido es distinto, y sabíamos que si hacíamos las cosas bien, podíamos ganar. Gracias a Dios se dio así».
Antes de retirarse a celebrar con su equipo, Jonatan no quiso dejar pasar la oportunidad de agradecer a quienes acompañan desde fuera de la cancha:
«Gracias a los padres, a mi familia, que me banca siempre. Esto requiere mucho trabajo y muchas horas. Hay mucho esfuerzo detrás, tanto del cuerpo técnico como de los chicos que vienen a entrenar cada día».
Con el trofeo en alto y la emoción a flor de piel, el equipo de San Martín celebra un título que quedará grabado en la historia del club y en el corazón de sus jóvenes campeones.
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