Hoy, 10 de agosto, la Iglesia celebra a San Lorenzo diácono y mártir y, en su figura, sobre todo a los diáconos permanentes. Monseñor Adolfo Ramon Canecin, obispo diocesano destaca la entrega y el servicio de este ministerio. Los diáconos “ayudan a hacer memoria de que todos los bautizados estamos llamados a servir a la manera de Jesucristo”, expresando su agradecimiento por la entrega de cada uno, que nos recuerda a Jesús, “que no vino a ser servido sino a servir” señala en su mensaje.
Con ocasión de la fiesta de San Lorenzo, diácono y mártir, que la Iglesia recuerda el 10 de agosto, se celebra hoy el Día del Diácono, referido particularmente a los diáconos permanentes.
San Lorenzo fue uno de los siete diáconos de Roma que, en el siglo III, ayudaban al papa Sixto II, quien lo nombró administrador de los bienes de la Iglesia y le permitió distribuir ayuda a los pobres y necesitados.
Aunque no es sacerdote, el diácono no es un simple «ayudante», sino que ejerce su ministerio habiendo recibido el Orden Sagrado en un grado menor. Su misión es proclamar el Evangelio, predicar y asistir en el Altar, administrar el sacramento del bautismo, presidir la celebración del sacramento del matrimonio y conferir los sacramentales, entre otras acciones.
En esta ocasión, monseñor Adolfo Canecin envio sus saludos, a los diáconos permanentes que acompañan a la Iglesia diocesana.
En este día quiero hacer memoria agradecida del diaconado y de cada uno de ustedes, quiero enviar un fuerte abrazo, fraterno para cada uno de ustedes y sus respectivas familias.
«Saludo a las comunidades donde fueron enviados a servir a la manera de Jesús, inclinándose sobre todo a los pobres, a los niños, a los enfermos, necesitados y superando las lumbalgias que nos impiden inclinarnos a las periferias existenciales en nuestras comunidades, jamas seremos indiferentes ante esas circunstancias.
Monseñor Canecin, hizo su reconocimiento agradecido por «el servicio pastoral que realizan en sus comunidades».-
Destacó que los diáconos “ayudan a hacer memoria de que todos los bautizados estamos llamados a servir a la manera de Jesucristo”, expresando su agradecimiento por la entrega de cada uno, que nos recuerda a Jesús, “que no vino a ser servido sino a servir”.
“Hermanos todos, feliz día del diácono. Muchas gracias por sus presencias, sus vidas y por su servicio” concluyó.-
