En su primera visita a la ciudad de Esquina, el payaso “Naranjita” llegó con el circo Luxor y mucho humor para compartir con grandes y chicos. Entre risas y anécdotas, habló de su vida en la carpa, su relación con otros payasos y la calidez con la que fue recibido por el público local.
“Yo puedo hacer de todo en el circo: vender panchos, papas fritas… siempre voy vendiendo y comiendo: una para mí, una para el público”, bromeó. También contó sus divertidas “peleas” con Chispita: “Él quiere comer toda la comida y no me deja nada, hasta nos disputamos un alfajor. Al final, antes de que me lo gane… me lo comí”.
Sobre Esquina, Naranjita destacó: “Es la primera vez que vengo y la gente nos recibió con mucha amabilidad. Nos ofrecieron agua, ayuda… En las ciudades grandes eso no pasa. Acá te saludan sin conocerte, y eso es hermoso”.
El artista remarcó que se trata de un espectáculo tradicional, sin animales, pensado para toda la familia: “El único animal soy yo —dijo entre risas—. Es un show de dos horas, con mucho contenido y pensado para que lo disfruten chicos y grandes juntos”.
En vísperas del Día del Niño, dejó un mensaje especial: “Invito a todos a venir al circo, a sacar a los chicos un rato de la tecnología, del celular y los videojuegos, y pasar una tarde o noche hermosa en familia. Los grandes también tenemos un niño adentro”.
Con su característico humor, cerró con una última confesión: “Los payasos también lloran… yo lloro cuando quiero mi alfajor”.